Y en mi habitación..., bueno, la de invitados en la mansión de los padres de Bella con el móvil en la mano mientras escucho algo de música observo mis contactos, en especial ése que dice Jayson chimpancé.

Y antes de que pudiera retractarme ya estaba marcando, abrí mis ojos como platos quedándome congelada viendo el móvil.

—¿Alexa? —se escuchó del otro lado de la línea después de unos segundos.

《Joder, Joder y más joder》

《Vamos Lex piensa algo, eres buena》

—Eh...

《IDIOTA》

—Esto... me he equivocado de número —me apresuro a decir escuchando como suelta una apenas audible risa.

《¿Encerio Lex?》

—Adiós. —y sin esperar a que pudiera contestar colgué. Suspiré llevando una mano a mi acelerado corazón ¡Soy una idiota!

¡En que estoy pensando Dios!

(...)

Más tarde aún tratando de asimilar la tontería que eh hecho, me subo al auto que decidí cambiar por mi convertible y termine tomando 'prestado' el Roll Royce cuando salí de casa, o mejor dicho 'ex-casa'.

—Veamos el último departamento de hoy —pidió Bella, ambas estábamos buscando el departamento 'indicado' para mi y es que tengo que admitirlo. Soy difícil.

《¡No! ¿Qué dices?》

Al entrar al departamento que cabe de destacar que no tenía buena facha desde a fuera pero que sin embargo el que me está  enseñando la asesora de ventas me había gustado más que los anteriores.

—¡Dios! —resopló Bella —escoge Lex.

—Cállate. —espeté, Isabella esta exasperandome y lo había conseguido con rapidez. Miré cada rincón del ya amueblado departamento, no estoy segura de como pagaré cada renta si no tengo trabajo y sobre todo si encuentro uno que no me facilite pagarlo. Pero se mira cómodo, con el tono de las paredes color crema junto con el gran ventanal que tiene poca vista pero a la que me podría acostumbrar. La asesora me hizo un pequeño recorrido, el departamento tiene dos habitaciones con pequeños armarios lo que me hace extrañar el mío, cuenta con un sólo baño y una pequeña cocina con barra junto con la estancia.

—¿Qué le parece señorita? —preguntó entonces la asesora de la cual no sabía el nombre y claro, tampoco me interesa.

El departamento me agrada y es bastante decir por que en las visitas pasadas rápidamente comentaba lo desagradable que encontraba algunos de los departamentos sin omitir detalles y bueno, no haba echo eso aquí así que supongo que me simpatiza.

—Lo quiero.

—¡Genial! —chilló Bella, la asesora sonrió ampliamente como si hace siglos estuvieran aprobando mi decisión.

—Enseguida le tengo los papeles para que los firme. —murmura la señora antes de salir por la puerta.

—Eres una perra Lex —farfulló Bella —, mira que me has echo esperar.

Puse los ojos en blanco mientras la asesora entraba al departamento con una carpeta en mano, ambas nos acercamos a la barra donde me pidió firmar un par de veces y entregué mi primer cuota.

—Bien, es hora. —anuncié. Tengo que recoger mis cosas en casa de Bella así que fuimos en busca de mi auto con mis nuevas llaves que pertenecen a mi nuevo departamento.

Poco tiempo después en la habitación que había sido mía por algunos días estaba cerrando mis maletas con Bella ayudándome.

—Sabes que puedes venir cuando sea ¿No? Y que a mi me hubiera gustado que te quedarás aquí —asentí en dirección a Bella. Y es cierto lo que dice, pero yo no puedo abusar de su amabilidad exediendome, yo se lo dije, no necesitaba asilo por que tengo que hacerme cargo de mis actos y uno de ellos es mi bebé.

WonderfulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora