Capítulo 1

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El nuevo curso en la Universidad de Seattle está comenzado, eso me fastidia no me causa alegría regresar a la Universidad, tenía todo el dinero que quería, no necesitaba nada más y no es que fuera una maldita millonaria pero mis padres se la pasaban tan pendientes de su estúpido trabajo que preferían compensarme con dinero y más dinero. No es tan malo después de todo. Mis padres cumplen cada deseo que pido y de alguna manera me gusta, aunque siempre espero a que regresen y pasen tiempo con su única hija.

Estaba en mi habitación reunida con las chicas de mi entera confianza; Bella y Nevaeh.

—¡Esto me emociona tanto! —chilla Nevaeh y Bella pone los ojos en blanco al igual que yo.

—Sólo no excedas los límites Lex —me dijo Bella, sabía a lo que se refería. Normalmente las fiestas suelen salirse de control.

—Lo importante no es eso Bella —bufa Nevaeh —, ¿Quien asistirá?

—No cualquiera —puntualizo y Bella vuelve a poner los ojos en blanco —. Asistirán las personas de las que te encargues Nevaeh y procura que no sean de esos que te gustan. Y con los que sueles relacionarte.

—¡¿A que te refieres?! —chilla indignada, Nevaeh se caracteriza por ser una chica 'sociable' en ese ámbito. Encambio yo diría 'zorra'. Reconozco que mi amiga suele ser una y múltiples veces me he preguntado como es que se volvió tan cercana a mí.

—Sabes de lo que habla —concuerda Bella y yo asiento.

—Si, ya sabes de esos chicos que sueles tirarte en público. Todos unos idiotas. —sonrío y Nevaeh me tira un cojín.

—¡Yo no hago eso!

—Claro que lo haces y créeme que negar no te servirá de nada.

—¿Y que me dices de Brad? —me pregunta y yo niego con una mueca
—Es estúpido.

—¿Es que la chica virgen quiere seguir intacta? —se burla Nevaeh y Bella sonríe.

—Que tú no lo seas no significa que ella tampoco debería serlo Nevaeh.

—Exacto Nevaeh, si tú quieres ser una zorra ¡Bien por ti! Pero ya sabes soy la 'Ahuyenta penes' —los ojos de Nevaeh se abrieron con platos y sonreí, ella sabe que conmigo no se mete.

Los planes estaban llevándose acabo a la perfección, teníamos una fama impecable gracias a nuestras fiestas, esta vez se haría en mi casa ya que mis padres se encuentran de viaje.

—¿Tienes todo listo? —me preguntó Bella

—Todo.

(...)

Una semana después...

Todo estaba arreglado, el tiempo pasaba rápido y después de encargarme de algunas cosas que incompetentes no podían hacer me fui a mi habitación a tomar un relajante baño de burbujas.

Me envolví en una toalla anudandola en mi pecho y otra en el cabello, abri las puertas de mi gran armario y frente a mi, en un maniquí estaba mi vestido, un vestido de diseñador que mi madre me regaló antes de irse de viaje. La puerta de mi habitación fue tocada y por ésta entraron Randall y Reed, ambos son amigos míos y también mis maquillistas y peinadadores personales.

—Hola preciosa —me saludaron al unísono. Sonreí ampliamente y ambos se adentraron a mi habitación con todo lo necesario.

—Bien, bella Lex..., es hora de hacerte ver más hermosa de lo que ya eres. —Me dijo Randall ofrenciéndome la silla que particularmente uso frente al espejo con focos alrededor.

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