Nos despedimos de ese médico arrogante y nos fuimos a casa. Obvio no podía sentarme bien a sí que me senté encima de Tyler que era el que iba detrás.
- Eres cómodo - dije riendo acostándome totalmente en el.
- Y tú un amante de las pizzas por lo que veo - respondió. ¿Me está llamando gorda?
- ¡Y tú un idiota! - respondí gritando.
- Pero amas a este idiota.
- Si - espera ¿qué? - digo no. - El rió.
- Ya bueno, princesa ayer te dormiste en mis brazos y dejaste que te bañara y que te pusiera el pijama, linda.
- Princeso, ayer estaba en un completo shock y no paraba de sangrar y de llorar. Además me hacía bolita y engancharme a ti fue lo más parecido a eso.
- Lo siento - se disculpó.
- Nada princeso.
- Me sangran los oídos cada vez que dices eso - dijo Marco que estaba al lado escuchándolo todo.
- ¿El qué? ¿PRINCESO? - él se tapó sus oídos y reí levemente.
- Sonreíste - dijo Luke contento.
- Pues con ustedes como no voy a sonreír - dije.
El camino fue agradable y a la vez largo a sí que me quede dormida de nuevo encima de Tyler. Tuve una corta pesadilla. Me despertaba por qué apretaban mi cintura como ayer, me giraba y era Liam. Entonces desperté llorando y aún no habíamos llegado.
- Tranquila, fue una pesadilla - Tyler me abrazo con cuidado y me dio un beso en el cuello. La parte de mí que tenía más cerca a sus labios.
- Lo siento.
- No fue tu culpa, solo me mataste de un susto pero no fue tu culpa - reímos.
Al llegar a casa les pedí que me llevaran a mi habitación y que Ari me ayudara a ponerme la inyección y la crema por el cuerpo. Accedieron y cerré la puerta con Ari ya dentro.
- Toma - le di la aguja - pónmela aquí - señale mi barriga.
- Eh... Puede que no te contara nunca pero le tengo fobia a las inyecciones y agujas - me respondió con una mueca horrorizada.
- No te la pondrán a ti. Pónmela a mi - contesté rodando los ojos.
- Pero me da miedo hacerlo, te podría hacer daño - se quejó.
- Tu sólo hazlo - pedí alargando la "o".
- No puedo.
- ¡Hazlo! - le grite.
- Bueno... - metió la aguja y pegue un grito de dolor lo cual saco la aguja rápidamente. - ¡Lo siento! - gritó.
- No debiste sacarla! - exclamé frustrada.
- Pero tú gritabas - acusó moviendo sus brazos exageradamente.
- Porque duele horrores - aclaré.
- ¡Cualquiera de los chicos que venga! - gritó y yo rodé mis ojos.
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Del internado a vivir con 5 chicos.
Teen Fiction¿Qué pasaría si desde que tus padres se separaron estás en un internado? ¿Sin ver a tu hermano hace 11 años? ¿Solamente con tu mejor amiga? Ella Cat, 16 años, 11 años en este internado, solo con su mejor amiga (casi hermana) Ariadna. Un día recibe u...
21 No quiero dormir sola.
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