Desde esa llamada todo había cambiado, la seguridad de la mansión había aumentado, Emma estaba más alerta ante toda situación –la verdad todos lo estaban– y se entendía, Yessica había secuestrado la hija de esa chica llamada Yulissa, haciendo que esta misma entrara en una gran etapa de depresión, y no era para más.
Emma había prometido ayudarla, la invitó a quedarse en la mansión por que su casa –según Emma— era muy peligrosa, costo que Emma la convenciera pero lo hizo, y llegaría hoy mismo.
Mis sesiones de tiro se fueron haciendo cada vez más estrictas y más complejas pero lo dominaba.
El ambiente de la casa era tenso, —demasiado a mi parecer— mamá y Grace discutían más seguido y ya todos parecían verlo normal, cosa que no me agradaba para nada.
—Irasema ¿Me estas escuchando?— La voz de Emma me saca de mis pensamientos y volteo a verla.
—Yo...—Ella me hace una seña de que me detenga, suspiro, ella solo se dispone rodar los ojos ante mi falta de atención.
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—Solo, no digas nada, la dejaremos aquí por hoy, debes de estar cansada.—Sonrío, y en verdad que lo estaba, las practicas de defensa personal eran muy cansadas, pero sé que las necesitaba pero tanto como Emma y yo sabíamos que no me podía exceder tanto.
Cuando entramos en la mansión todo se encontraba plenamente arreglado para la llegada de nuestra invitada, pero a mi parecer no era necesario; digo ¿Quién en su sano juicio iba a querer celebrar cuando tu hija podía estar en peligro?
Y por la mirada de Emma sabía que ella pensaba lo mismo, pero según Annaleigh la fiesta la animaría y la haría olvidar lo que sucedió.
Emma se va a hablar con Nathan —como siempre— y desde varios días que los noto así, como si estuvieran planeando algo, Ian de en vez y cuando lo miro en donde ellos están y por sus miradas planean algo grande.
Me sorprendo cuando alguien me abraza por la cintura, pero por el olor no hace falta saber quién es y sonrío por eso.
Thomas me da la vuelta para quedar de frente junto a él, estos días ha estado más cariñoso de lo normal, y en realidad eso me gusta.
El entrelaza su mano con la mía y su tacto hace que recorra un escalofrío alrededor de mi espalda.
No le he querido comentar del sueño que tuve hace unos días por qué no lo creo importante pero ese sueño se hizo cada vez más repetitivo que ya no se qué pensar al respecto, es Thomas matando a un hombre y yo sin poder hacer nada al respecto.
Luego que el dispara es cuando me levanto siempre con la respiración agitada.
No sé en qué momento es que Thomas y yo caminamos hacía mi habitación, y no paso de desapercibido la mirada que nos dan pero las ignoro.
Cuando llegamos el me da una sonrisa picara y nos adentramos en mi cuarto.
