Estaba esperando como dama de honor a Annaleigh en la iglesia junto a Alisson y Emma. Al otro lado se encontraba Sean que era acompañado por Ian, Nathan y Thomas. Nos sentíamos emocionados, no había muchas personas en la iglesia por el hecho de ser quienes somos, unos mafiosos. Estaba la madre, el padre y el hermano menor de Annaleigh, Sira y Nick junto a su novia, Yulissa, Jake y su hija Camila, la madre de Sean y algunos amigos de Annaleigh que tuvo en el instituto.
Me gustaba esta clase de bodas donde sólo se reservaban para ellos mismos, para ese circulo que siempre esta unido y no por el hecho de querer llenar la iglesia invitan a personas que simplemente compartieron poco con ellos. Sira y Nick habían sido invitados a petición mía, quería verla después de mucho tiempo y Annaleigh no me lo negó en absoluto.
Las puertas de la iglesia de abrieron y Annaleigh apareció con su hermoso vestido. Se miraba lo nerviosa que estaba por como sonreía y agarraba el ramo con fuerza. No pude evitarlo y saque una risita, esperaba yo algún día casarme.
Se hizo la ceremonia tradicional y después de eso fuimos a la recepción para poder celebrar este matrimonio el cual hacia feliz a todos, pero más a Annaleigh y a Sean.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Emma me presentó a su madre, la cual se parecía mucho a ella. A pesar de sus 40 años aproximadamente se miraba joven y hermosa. Ella lanzaba el mismo aura de Emma, seguía sin poder superar lo mucho que se parecían.
Llegué junto a Sira y la abracé.
—Gracias por venir.
—No perdería una oportunidad para verte.
Nos separamos del abrazo.
—¿Como has estado? —Pregunté con una gran sonrisa.
—Bueno, la universidad es aburrida sin ti y ahora que Nick...—Volteó a verlo de reojo. —Tiene novia me ha dejado un poco abandonada.
Reí.
—Lo siento, pero no podía quedarme allí más tiempo.
—Entiendo perfectamente. —Sira rió. —Me alegro de que hayas salido bien de allí. No sabes lo mal que pase la noche.
Sonreí.
—Para mi, eso era lo de menos. Me tenias preocupada tú.
Sira mostró una sonrisa sin mostrar los dientes y luego comenzó a buscar algo en su bolso de mano. Después de unos segundos en batallar contra todos los objetos que tenia dentro, saco algo de ella.
La caja de música.
—La mandé arreglar porque estaba toda destruida. Aun así pudo repararse y la dejé como nueva, sólo que hace falta algo aquí arriba, estoy segura... —Miro la caja de música confundida.
