—Yo...

—Solo piénsalo, ¿ok? No tienes que responder ahora.

Solo asiento y lo jalo para que me siga, —Está bien, ahora vámonos, casanova.

Yoshi se ríe pero juntos, vamos dentro de la casa de nuevo.

-

Siempre suelo subestimar la capacidad que tiene el alcohol de emborrachar a la gente en poco tiempo o esa habilidad para causar que las personas sean más atrevidas y desinhibidas sobre lo que quieren, es como si les diera valentía.

¿El primero del grupo en emborracharse?

Carlos.

¿Nos sorprendió?

Ni un poquito.

Todos estamos bastante alegres, por así decirlo, pero Carlos ya paso el punto de no retorno. Esta inconsciente en uno de los sofás de la casa, babeándose un cojín floreado. Apolo siendo el chico lindo que es, le revisa la respiración cada cierto tiempo en su preocupada inocencia.

Carlos no es el único en Borracholandia, la mayoría de las personas de la fiesta están en la etapa alegre mientras otras ya cruzaron el punto de no retorno como mi querido amigo.

Hay muchas parejas besándose en las esquinas oscuras de la casa, como si nadie los viera, cuando en realidad todos podemos verlos pero simplemente no nos importa, gracias al alcohol fluyendo por nuestras venas.

Apolo es el único sobrio porque después de una ronda de piedra, papel o tijeras, el quedo como conductor designado así que tiene que manejar el carro de Dani y llevarnos a todos sanos y salvos a nuestros hogares. A pesar de no tener licencia, Apolo sabe manejar muy bien.

Yoshi se quitó sus lentes hace dos tragos. Sus ojos se ven tan lindos, expuestos de esa forma. Estamos todos sentados en el suelo de la sala, frente a una mesa pequeña, charlando a través de la música.

La estoy pasando muy bien, y por momentos, logro olvidarme por completo de Ares. Pero mientras más bebo, más pienso en él. No sé si es un efecto secundario del alcohol pero no puedo evitarlo y me molesta. No quiero pensar en él, no quiero escanear la sala de vez en cuando a ver si lo veo, no quiero preguntarme que está haciendo y con quien está.

Él no me importa, él no me importa.

Repito en mi mente una y otra vez.

Acomodo el cojín que tengo sobre mis piernas, cubriéndome porque estoy sentada de piernas cruzadas en el suelo y cargo una falda. A pesar de la semi-oscuridad del lugar, no quiero andar mostrando nada.

Dani le da un beso en la mejilla a Apolo, diciéndole que es muy lindo y el solo se sonroja, bajando la cabeza. Yo meneo la cabeza y entonces mis ojos lo ven.

Ares pasa por la sala de la mano de una morena alta, de cuerpo esbelto y cabello ondulado. Él ni siquiera mira a su alrededor, solo sigue su camino a través de la gente hasta que alcanza la escaleras y comienza a subirlas, la chica sonriéndole mientras el le da un vistazo por encima del hombro.

Siento un vacío en mi estómago, como si todo el aire hubiera dejado mi cuerpo y duele. Se lo que la gente sube a hacer en esos cuartos, y por la mirada que la morena le está dando, ella le tiene muchas ganas. Los celos me carcomen, y entonces me doy cuenta de que a él de verdad no le importo, porque de solo verlo con esa chica siento como si el corazón me fuera a explotar, imaginarlo besándola me revuelve el estómago. El me vio besándome con Yoshi y no le importo, ni siquiera se vio sorprendido.

Esa es la gran diferencia entre él y yo.

Yo siento de todo y el no siente nada.

Estoy enamorada sola, siempre ha sido de esa forma con él.

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