A little less conversation

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Luke estaba agotado. La clase de Comunicación y Género siempre era un desastre, los alumnos discutían prácticamente gritando, peleas sobre el machismo y el feminismo llenaban las horas y el profesor Greet siempre intentaba en vano recordar a la clase que solamente era un ejercicio, no algo para tomarse en serio. Luke, por su parte, siempre aprovechaba esa clase para pasearse por Instagram y mirar las fotos de los compañeros que la noche anterior habían salido de fiesta (fácilmente ubicables en el salón ya que portaban unas ojeras delatadoras). En esa materia todos dejaban de ser alumnos de universidad y pasaban a ser los idiotas alumnos de secundaria que tiraban avioncitos de papel desde el otro lado del salón.

Le faltaba una materia de más de dos horas, pero era viernes y la clase de Comunicación y Género siempre drenaba toda la sangre que había en él. En vez de esperar al siguiente profesor, Luke caminó por el poblado pasillo de la universidad y se dirigió hasta su habitación, con su cama esperándolo de brazos abiertos. El calor estaba haciendo que la ropa se pegara a su cuerpo, incluso sentía las gotas de sudor deslizándose por su columna vertebral, así que decidió que mejor primero se daba un baño y luego se acostaba a dormir.

Cuando abrió la puerta de su habitación no pudo pensar en demasiadas cosas. Su compañero de habitación estaba en ese instante sobre otro muchacho, ambos en la cama del primero; ésta hacía un ruido intermitente al chocar contra la pared y Luke soltó un grito de pura sorpresa. Uno de los chicos miró directamente hacia Luke (que a pesar de haber gritado y de no querer ver a su compañero de habitación tener sexo con otro, aun no apartaba la mirada), solo entonces Luke reaccionó y salió de lugar, corriendo por el pasillo como un niño asustado de un payaso.

Correr solo hacía que sudara más, lo que a su vez hacía que su ropa se uniera a su cuerpo como una segunda piel. Cuando dejó de correr estaba más pegajoso, más acalorado y mucho más cansado de lo que estaba cuando había salido de su clase; esos no eran los planes que Luke tenía en su cabeza. No supo que hacer por un momento, hasta que giró por una esquina y se dio cuenta de que estaba a solo unos metros de la habitación de su mejor amigo. Golpeó tres veces la puerta y esperó que le abriera recostándose en la pared. Cuando vio que una cabeza negra aparecía a su lado, se impulsó y se paró en frente.

-Michael estaba teniendo sexo con alguien-anunció.

Su amigo arrugó el rostro y se hizo a un lado para que Luke pasara.

-Asqueroso-respondió-, no te invitaron.

-Cállate-dijo Luke, dejándose caer en la cama del morocho- ¿Por qué estás desnudo?

Calum, su amigo, solo llevaba una toalla azul que colgaba de su cintura. El pelo negro iba hacia todos lados y tenía un cepillo de dientes en la mano.

-Estaba por bañarme.

-¿Y abres la puerta en toalla a cualquiera?

-No. Pero o eras tú o era Ashton el que golpeaba.

-Ashton vive contigo-dijo Luke con obviedad.

-Nosotros somos mejores compañeros de habitación y avisamos si estamos teniendo sexo con alguien.

Luke se encogió de hombros y se acomodó boca arriba en la cama. Dejando caer su mochila hasta el piso y mirando el enorme póster de Megan Fox en la película Transformers que Calum había pegado en su techo.

-Yo salí antes, de todas formas-murmuró Luke mientras Calum caminaba hasta el pequeño baño que había en la habitación.

-Es el primer año y ya faltas a clases.

-¡Sácate la mugre!-gritó Luke justo cuando golpeaban la puerta de la habitación de Calum otra vez. Éste le ordenó a Luke que la abriera mientras se encerraba en el baño.

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