El 7 de la suerte

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ADVERTENCIA: ESTA HISTORIA CONTIENE ESCENAS SEXUALES EXPLÍCITAS Y DEBO DISCULPARME POR QUE AHORA SI ME PASE... ES LO MÁS PERVERTIDO QUE HE ESCRITO. Y SI ESTAN TAN PERTUBADAS COMO YO PUEDEN LEERLO, SI AÚN SE SIENTE MUY INOCENTES MEJOR NI LO LEAN, NO QUISIERA SER LA CAUSANTE DE LA PERDIDA DE SU PUREZA MENTAL.

 Y SI ESTAN TAN PERTUBADAS COMO YO PUEDEN LEERLO, SI AÚN SE SIENTE MUY INOCENTES MEJOR NI LO LEAN, NO QUISIERA SER LA CAUSANTE DE LA PERDIDA DE SU PUREZA MENTAL

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Hacía un par de meses que salgo con Tom Hiddleston, nos conocimos en el trabajo, él se encontraba grabando una película y yo trabajaba como creativo en la misma productora, así que coincidíamos muchas veces y solo sucedió. Debo admitir que con lo atareados que estamos apenas habiamos tenido 6 citas formales.

Ese día me invitó a ver un estreno en el teatro donde también actuaba una de mis mejores amigas, sin embargo el hostigó de los paparazzi arruino nuestros planes así que le ofrecí ver una película en mi casa. En ese entonces vivía en Londres, había rentado un departamento en el último piso de un edificio antiguo, así que a mi parecer tenia el mejor departamento ya que desde mi ventana se podía ver toda la ciudad.

Así que después del trabajo y cuidándonos de los paparazzis salimos rumbo a mi casa, al llegar comenzaron las bromas, como es costumbre en él, tenía comida de un día anterior así que no perdí mucho tiempo cocinando, platicamos en la sobre mesa y pasamos a la sala, en un sofá de dos color guinda que recién había comprado, servimos unas copas de vino que acompañaron las palomitas, su brazo me envolvía por sobre los hombros, ya que era una película de terror y eso hacía que pudiera apreciar su esencia varonil, mientras recostaba mi cabeza sobre su pecho.

El reloj estaba apunto de dar las ocho y veinte cuando entonces se fue la luz, di un pequeño respingo, Tom acercó su boca a mi oído y expresó un:

-Uuuuuuh!- Yo reí.

-Espera- le dije, como era un departamento pequeño, me levante y me dirigí a la habitación en donde se encontraban las velas.

Cuando llegue a la ciudad me esmere para que la habitación se viera confortable, había colgado el espejo de cuerpo completo con el marco barroco en la pared junto a la cama que se supone se iluminarían con unas series con una tenue luz amarilla en la parte posterior dándole al lugar una sensación de calidez y romanticismo, ahora todo eso se perdía en la oscuridad, apenas unos resquicios de la luz de la luna se filtraban por la cortina translúcida, era una suerte ya que afuera había una enorme y hermosa luna llena y las nubes de la tormenta que se avecinaba se habian abrierto, gracias a ello no podría haber encontrado las velas.

Camine a tientas hacía el buró que se encontraba en el sitio más alejado de la habitación, abrí el cajón y a ciegas encontré una, la encendí y camine de regreso hacia la sala. En el umbral de la puerta se encontraba recargado Tom

Tom Hiddleston - One Shots ❤Où les histoires vivent. Découvrez maintenant