Capítulo 19.

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Alex sostenía aún la carta del gobierno en su mano. Él sabía que significaba eso, no quería aceptarlo. El teléfono de la casa sonó y él atendió.

-¿Te llegó la carta? -preguntaron del otro lado de la línea. El contesto afirmativamente.- No se que hacer Alex. No puedo dejarla.- le dijo Alec con los nervios de punta.-No puedo irme, no tanto tiempo.-

La carta era una invitación para volver al batallón. Todos sabían que esa carta más que una invitación era una orden, una vez que llegaba a la puerta de la casa no había marcha atrás.

-Yo puedo hacer tu servicio - dijo Alex susurrando.

-¿Que?-preguntó su amigo por teléfono con la esperanza que fuera otra cosa lo que había escuchado. 

-Yo puedo hacer tu servicio Alec. -volvió a decir.-No puedo dejar que le hagas esto a ellas. Te necesitan.-

-Es mucho tiempo Alex.  No puedo...-

-Si puedes y así se va a hacer. Recién lo dijiste es mucho tiempo. Te vas a perder momentos importantes de Kate.- y sin más nada que decir colgó el teléfono.

La hija de Alec iba a nacer a fines del mes. Él no iba a permitir que su amigo se fuera tanto tiempo dejando a sus mujeres solas.

Froto su rostro con frustración con su mano mientras que con la otra aún sostenía el teléfono.  Se repetía una y otra vez que era lo correcto. Alec en su lugar haria lo mismo. 

-¿Que pasa?-pregunta Clara apoyada sobre el abdomen de Alex varios días después de la conversacióncon Alec.- Alex, ¿que pasa?- volvió a preguntar llamando su atención.

-Me volvieron a reclutar.- dijo de golpe luego de varios segundos de silencio.

-¿Cuánto tiempo?-preguntó ella con la voz entrecortada.

-No puedo dejar que él vaya.-habló rápidamente -No puedo hacerle esto, no a ellas, no si puedo evitarlo.-

-¿Cuánto tiempo?-volvió a preguntar ella. Él no contesta.-Alex-

-Cinco años- dijo suavemente.

Clara no dice nada, lo mira pero no dice nada. Varios segundos de silencio, ambos evitan ver a los ojos del otro.

-Cinco años.- dijo Clara con lágrimas cayendo por su rostro ella a alejo de Alex y salió de la casa corriendo.

Emile recibió la noticia pocas horas después y lloró, lloro desconsoladamente mientras sentía que le arrebataban a su hijo de las manos al igual que con su amado esposo. Lloro por varias horas abrazada a su hijo.

Él se iba al igual que se fue su padre.

Mi soldado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora