Siempre a tu lado.

(NO ES NECESARIO A VER LEÍDO EL LIBRO )

Del libro que nos dio lo que ningún otro ofreció.Porque no basta una historia, aquí está la historia dentro de la historia.

Un fanfict de Mi Dulce Destrucción.

Capítulo 1.

"¿He perdido la cabeza Alicia? Creo que si, que has perdido la cabeza.Pero te diré un secreto: las mejores personas lo están." -Alicia en el país de las maravillas.

Katia

Han pasado 10 años desde la última vez que estuve parada en esta entrada, recuerdo el calor inclemente y lo molesta que estuve por cargar las maletas. Quién lo diría hoy estoy en la misma situación.

Me paso la mano por la frente. Suspiro. Levanto la mirada, hay esta, tal y como lo recuerdo el imponente MRW color zafiro aparcado en la entrada.

Respiro profundo, buscando fuerzas de donde no las hay.

-Tu puedes, Katia, tu puedes. Me digo.

Antes de que logre dar un paso la puerta se abre y aparece en el marco de la puerta, como sacado de una revista de súper estrella con sus jean desgastados, sudadera y sus botas.

Allí esta, un poco más delgado, el cabello más oscuro pero sin duda es él mi chico de los ojos zafiro.

Sale de la calzada con sus brazos abiertos y esa sonrisa chueca dándome así una invitación a su abrazo, cuanto tiempo ha pasado de la última vez que estuve en sus brazos. No lo recuerdo.

Dejo las maletas lentamente a un lado tratando de controlar todo esto que estoy sintiendo, pero fracaso y corro a sus brazos. Hundo mi cara en su pecho y el me abraza como si fuese la única cosa que lo sostiene a la tierra.

Cuanto lo he extrañado, cuantas noches he soñado con volver a estar cerca de él.

-Pensé que jamás volvería a verte. Sollozo.

Escucho a lo lejos su respuesta no logro descifrar que dice. Mis oídos solo pueden escuchar sus latidos.

Mi cuerpo no lo resiste y una lagrima rueda por mi mejilla, me aferro a él, intento escuchar lo que me dice. Estoy abrumada.

-Bienvenida a casa, Katia.

Al fin escucho su voz, y no puedo creerlo.

Niego con la cabeza y me alejo de su agarre.

Mis manos comienzan a temblar, mi mente juega conmigo otra vez. Sabía que volver era una mala idea, pero mi corazón no puede alejarse de esta ciudad, de esta casa, no puede alejarse de él.

Vuelve a abrazarme. Mi mente vuelve al presente.

-Tranquila, todo va a estar bien.

Y quiero creerle pero, sabe tan bien como yo que nada a estado bien por un tiempo.

Acaricio su mejilla con mi mano.

-Te pareces tanto a él sobrino, Ryder estaría orgulloso de tu increíble físico. Le digo esbozando una débil sonrisa.

-Gracias. Pronuncia con un hilo de voz.

Sus brazos caen a los lados. Y ahora es el, quien solloza, y soy yo quien lo sostiene.

Esta es mi abrumadora realidad estoy de vuelta en Londres pero Ry se ha ido y una parte de nosotros con él.