Quedate Junto A Mi...

Capítulo 28

Narra Matt:
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Al decirme Val que podía quedarme en su casa todo el mes, estaba contento y algo nervioso.

Bajamos al sótano y nos sentamos en el banquillo del piano.

Estaba en camiseta y bragas y se notaba que no llevaba sujetador.
Era preciosa y parecía que ella no se daba cuenta de lo bonita que era. Tenía un cuerpo espectacular y una dulce voz y más cuando cantaba.

—Matt, no te rías de la letra si es una mierda. Pero se sincero ¿Vale?- Me dijo poniendo unas partituras.

—De acuerdo. Oye, ¿sabes tocar algún otro instrumento?- pregunte.

—Mi padre me enseñó a tocar el piano y cuando murió estuve dos años sin poder escuchar ni una nota de piano. Asique cogí la guitarra. Se tocar un poco. - dijo mirando las teclas.- Ven conmigo.

Se levantó y la seguí. Subimos las escaleras y estábamos en la segunda planta. Con solo mirar se veían 4 puertas y otra escaleras para la azotea.

La primera era la habitación de su madre, la siguiente el baño, la tercera la habitación de Val y la cuarta no lo sabía.

Ella se acercó a la cuarta y abrio la puerta. Estaba oscuro y de respiraba el polvo.
Encendió la luz y vi cajas, cuadros, discos y muchas más cosas. Ella entró en un camino que había entre todo eso.

—Cuando mi padre murió, mi madre me mandó meter todo en su despacho. Todas las fotos, todos sus discos.- dijo abriendo una caja y sacando una foto.

Me la alargó y vi a tres personas. La madre de Val, una mujer guapísima,con el pelo negro y ojos oscuros. Un hombre, con pelo marron claro y ojos claros y una chica, a Val. Tenía el mismo pelo y los mismos ojos que su padre. Eran idénticos.

—Te pareces mucho a el.- Dije devolviéndosela.

—Lo se. Mi madre estuvo una semana sin hablarme porque le recordaba a el.-dijo mirándola también.

La soltó donde estaba y siguio andando y encontramos una guitarra. La cogió y le quito el polvo.

—La cogeré y la limpiaré. Pero vámonos de aquí, puedo oler su perfume.- Dijo acercándose a la puerta con la guitarra en la mano.

Bajamos a el salón y la limpio mientas veía la televisión.

Cuando terminó toco unos acordes y empezó a tararear.
Ese ritmo me sonaba. Cantaba música que oía por la radio o por algún lugar, pero ella también componía canciones y eso me fascinaba.

—Vamos a ver, no me acuerdo mucho, pero vamos a ver.

Toco con una delicadeza absoluta, su voz era suave y su mano se movía como pez en el agua. Mientras tocaba me quedé embobado viendo como tocaba, la carita que ponía al cantar y la media sonrisa que hacía cuando me miraba.

Terminó y no pude evitarlo. Sonrei como un niño pequeño que ve una tienda de gominolas. La diferencia de eso es que el niño las quiere todas y yo solo quiero a una. A ella.
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Siento no subir lo que me gustaría. He tenido que ir a urgencias y ser ingresada.
Espero que os guste😃