Quedate Junto A Mi...

Capítulo 13

Narra Val:
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Estamos en la playa con Kenny y Matt. Había ido ya que Tess me lo había pedido para hablar más con Kenny. Me gusta ese chico para ella, me di cuenta mientras estaban jugando con el agua mientras Matt y yo estábamos en la orilla con las toallas.

Mire a Matt, estaba leyendo un libro que yo ya había leído. Se le veía feliz, me imaginé por un momento que podría haber pasado si no hubiera llegado a tiempo. Y eso me puso algo triste. Le había salvado.

-Voy a ir a tomarme algo.- dije levantando de la toalla- ¿Vienes?

El me miró con cara de sorpresa y a la vez con algo de duda. Sabía que dudaba de donde iría.

-Matt solo voy a tomarme un puto batido. No voy a ninguna discoteca a drogarme- dije agachandome para ponerme a su nivel.

-Ire si me dejas pedirme el que quiero- dijo sonriente.

Eso me hizo sonreír levemente. Era un buen chico, no quería que se fuera a fiestas, se drogase y todo eso.

Tras habernos despedido de Tess y Kenn, llegamos a un bar de zumos de el paseo de la playa.

Yo me pedí un batido de fresa y el de mango. ¿Mango? Me pregunté, ¿Quien se pide eso.?

-No te tenía como un chico que se pide un batido de "mango"- dije haciendo comillas con las manos en mango.

-No se, me gusta.- dijo con una gran sonrisa - Además yo no te tenía como una chica que pide un batido de "fresa"- hizo el mismo gesto con las manos en fresa que yo.

-Siempre me pido un batido de fresa cuando echo de menos a mi padre. Me hacía uno siempre que estaba asustada o deprima. Me hace estar cerca de el de nuevo.- dije mirando el batido.

Nunca había hablado así de mi padre. Pero Matt hacía que hablase de lo que un día prometí callarme, de que sonriera de una manera que estaba en contra de mis principios, de aprovechar el día, de apostar un poco más. Sólo quería estar, estar aquí.

-Murió ¿Verdad? - dijo dando un gran sorbo. Creo que estaba nervioso por mi reacción.

- Cuando tenía 8 años mi madre el y yo estabamos en el coche, un tío que bebió más de lo que debía nos sacó de la carretera. Mi madre y yo sobrevivimos, pero mi padre que iba al volante no.- al terminar di un gran sorbo. No quería hablar más. Y como si me leyera la mente, Matt se calló, hasta llegar a su mitad de batido se levanto y se acercó a un tocadiscos que había en el bar. Y puso una de las canciones más bonita que había oído. Al verlo sonreír, me alegre demasiado. Sonrei de oreja a oreja.
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