Capítulo 13: ¡Fiesta!

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—¡No es justo!

Tapé mis oídos al oír otro grito de Katy.

—Ya te dije que iba a ir a la casa de los Parker.

Katy frunció sus labios y me fulminó con la mirada. Entró a mi habitación furiosa y dejó el tazón de palomitas sobre mi velador, me causó un poco de gracia verla con su mochila y cepillo de dientes.

—¿Se puede saber de qué te ríes?

—¿Te ibas a quedar a dormir?

Katy miró el techo y luego cerró sus ojos.

—No, yo siempre llevo mi mochila con pijama y cepillo de dientes a todas partes, por si me agarra sueño o por si tengo mal aliento—me miró con sus ojos bien abiertos.

Rodé mis ojos y la esquivé para sentarme en mi cama.

—¿Sabes que tienes que pedirme permiso para eso?

Katy sonrió.

—No—hizo puchero—. Ahora ¿quién verá una peli de terror conmigo?

Negué lentamente.

—Tendrás que verla con tus amigos imaginarios, yo no pienso ver esas cosas contigo.

Ella alzó una ceja.

—¿No estabas enojada con Dylan?

Me encogí de hombros.

—¿Y qué con eso? Sabes que necesito el dinero.

Se cruzó de brazos.

—No, nunca me contaste la razón de ese dinero, por qué lo necesitas tanto.

Miré mis manos como si fueran las cosas más importantes del mundo. «Sé que es mi amiga, pero si le llego a decir el destino de ese dinero, estoy segura de que va a querer involucrarse y yo quiero hacerlo totalmente por mi cuenta. Todo por Nick».

—¿Me lo vas a contar?—Katy rompió el silencio y estiró sus brazos a los costados.

—No, ahora te tienes que ir, dentro de un rato mi padre me llevará a casa de los Parker.

Le arrojé su mochila y su cepillo de dientes.

—¡Eres una bruta!—dijo mientras esquivaba los proyectiles.

—Y tú una anormal.

Agarré mi almohada y se la lancé. Mientras volaba por el aire, tuve un instante de luz. Apenas la almohada pegó en su cara, me di un golpe mental. «¡El maldito despertador: olvidé sacarlo de allí!».

—¡Mi ojo!

Tapé mi cara con las manos un par de segundos y luego me arrimé a ella.

—¿Estás bien? —la culpa me invadía.

—¡Ahora seré tuerta! ¿Qué mierda tenía esa almohada?

—¿Un... despertador?—dije apretando mis dedos.

Katy me miró con un ojo mientras tapaba con su mano el otro.

—Perdón, creo que escuché mal. ¿Un despertador?

Asentí lentamente con una sonrisa.Mi amiga me sonrió y luego me miró seria.

—¡¿Qué hacía dentro de la almohada?! ¿Tanto te costaba escucharlo que lo pusiste ahí?

Reí por lo bajo.

—Es una larga historia, ahora vámonos, Jack Sparrow.

—Te odio, ¿se ve muy mal?—dijo mientras sacaba su mano.

ESA NIÑERA ES ¡MÍA! © [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora