Capítulo 11: Logan y Connor son unos idiotas

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—¡Dylan!—grité mientras me hacía lugar entre toda la gente.

—¡Muévanse, perras!—Katy gritaba como una loca.

Sacudí mi cabeza y seguí empujando. «¡¿Acaso todo el universo se encuentra aquí?!». Bufé, molesta, y con ayuda de mi altura (podría decirse que soy enana) pude agacharme y llegar más rápido hacia los chicos, que por cierto estaban más locos que un poseído.

—¡Chicos! ¡Deténgase!

Al ver que no me hacían caso, giré mi cabeza en busca de Zed, pero encontré algo que me llevó por sorpresa.

—Pero,¡¿qué mierda hacen?!—grité desesperada.

Logan se encogió de hombros.

—Mirando.

Connor se cruzó de brazos y sonrió.

—Tranquila, cuando alguno de los dos quede noqueado, la pelea terminará sola.

Me quedé mirándolo con la boca abierta, lo que más me impactaba era su tranquilidad al decirlo, como si fuera lo más normal del mundo.

—¡¿Te golpeaste la cabeza de niño y quedaste idiota?! ¡Sepárenlos!—señalé a Bruno, el cual estaba empujando a Dylan una y otra vez.

Logan y Connor se miraron hasta que, finalmente, Zed empezó a dar órdenes y a mover a los curiosos.

—¡Suficiente! ¡Logan, Connor! ¡Ayúdenme!

Los idiotas se encogieron de hombros y se acercaron a los cavernícolas para separarlos. Logan y Connor sostuvieron a Bruno y Zed a Dylan, ya que como es menudo no da tanto trabajo, pero también era el que estaba más golpeado, Bruno le dejó muchas marcas y moretones en su cara.

—¡Ya no hay nada que ver! ¡Fuera!

Todos, absolutamente todos se quejaron de las palabras de Zed. «¿Esta gente vive del bardo y las peleas?».

—Muévanse, perras—susurró Katy al lado mío—. Ya llegué, ¿de qué me perdí?—inspiró profundamente tratando de recuperar el aliento.

Puse una mueca.

—De que Logan y Connor son unos idiotas—sacudí mi cabeza volviendo a la realidad—. ¡¿Qué es lo que estaban haciendo?!—lo miré a Bruno y luego a Dylan, esperando una respuesta de su parte, pero lo único que obtuve fueron sus miradas perdidas hacia cualquier parte.

—¡¿Ahora no hablan?!—dijo Zed sacudiendo a Dylan y fulminado con la mirada a Bruno.

—Que hable Parker, ¡ni yo entiendo porqué me atacó!

Dylan lo miró furioso.

—¡No te hagas la víctima!

—Y sino ¿qué?, ¿vas a pegarme?—largó una risa—. Seamos sinceros, Dylan das asco peleando.

Logan y Connor asintieron, pero los fulminé con la mirada, haciendo que comenzaran a negar rápidamente.

—¡Eres un maldito!

Dylan trató de zafarse de las manos de Zed, pero este no lo dejaba.

—¡Y tú eres un ricachón de mierda!—dio un leve tirón en los brazos de los idiotas—. Suéltenme.

—¡No!—dije seria—. Quiero que me expliquen qué fue lo que pasó. Dylan, ¿me explicas?

—Que tú te creas mi niñera no te da el derecho de pedirme explicaciones, ni mucho menos meterte en mis asuntos—me fulminó con la mirada, y sin aviso, se soltó de Zed y se fue furioso hasta su moto.

Su respuesta me dio como una bofetada en la cara, literalmente. Bruno, al igual que los chicos, se quedaron mirando a Dylan con la boca abierta y luego me miraron a mí.Fruncí mi frente y salí corriendo tras Dylan.

—¡Oye!

Pero él se acomodaba la chaqueta y se puso su casco, como si yo no existiera.

—Vete.

—No—dije confundida y aturdida—. ¿Qué es lo que te pasa?

Dylan estiró los brazos a sus costados.

—¿Sabes qué? Olvídate de todo, Eli. Ya no tengo ganas de seguir discutiendo y mucho menos contigo.

—Pero...

—Solo vete—su voz sonó extraña, debido a que tenía puesto el casco.

No me dio tiempo de responderle, porque su moto arrancó dejándome totalmente sola.

—Te dejó plantada—dijo Katy, haciendo que me sobresaltara.

—Katy—dije furiosa.

—¿Qué?—sonrió de oreja a oreja.

—Ahora yo te dejo plantada a ti —levanté una mano, para que no me hablara, porque con mi falta de sueño, mi miedo hacia Diana y la actitud de Dylan conmigo, estoy segura de que en cualquier momento mataré a alguien.

—¡Eli!—Bruno se acercó hacia mí, trotando levemente—. Siento mucho lo que pasó hace un rato, si pudiera te lo explicaría, pero lo único que sé es que Dylan comenzó a pegarme de la nada.

Apreté mis labios y asentí lentamente.

—Está bien—dije en un susurro.

Nosé porqué, pero me dieron ganas de llorar y me tuve que tragar unas cuantas lágrimas.Mi cerebro en ese momento no procesaba nada, creo que lo único que me mantenía en pie eran mis huesos y músculos, porque mentalmente estaba confundida y asustada, como flotando en un total vacío.

—¡¿Pero con él sí hablas?!—Katy chilló desde un costado.

Arrugué mi nariz y tapé mi cara cansada.

—No tengo ganas de ir a clases, me iré a casa.

—Te acompaño—dijo Bruno.

Alcé mis dos cejas, tratando de no mirar a Katy, quien se encontraba detrás de él, imitando sus movimientos y palabras en silencio.«Esta chica no tiene cura.¿Por qué no puedo tener una amiga normal?».

—No hace falta Bruno, yo puedo sola.

—Debo insistir.

Katy puso una mano en su corazón y pestañeó varias veces.

—Gracias—bajé mi cabeza.

Bruno asintió y se dirigió hasta su auto, mientras que yo lo seguía por detrás.

—¡Eres una forra, Campbell! —Katy gritó y se pudieron escuchar la risa de los chicos.

Antes de subirme al auto, les mostré el dedo corazón a todos y, con el auto en marcha, Bruno me llevó hasta mi casa.Recorrimos el camino totalmente en silencio, yo no creía que Dylan lo hubiera atacado sin razón alguna, aunque tampoco creía que Bruno fuera un santo. En todo el trayecto no pude sacarme la cara de Dylan de mi cabeza, lo cual era muy molesto y cansador.

Antes de bajarme del auto, le dije un adiós a Bruno y me acerqué corriendo a la puerta principal. En ese momento no había nadie, por lo que cerré la puerta y me dirigí a mi habitación. La cabeza me explotaba y necesitaba dormir, aunque fuera un poco, con la luz encendida, claro.

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