Soy un demonio (Capítulo I)

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Nueve de la noche, la campana suena, los últimos cinco soldados corren al refugio, las luces se apagan y los demonios salen. Si queda algún humano fuera del refugio es hombre muerto, los demonios se encargan de torturarlos y devorarlos.

No, no soy el protagonista que sale del refugio de día con sus compañeros buscando demonios a los cuales aniquilar. En otras palabras, soy un demonio.
A diferencia de los otros demonios que solo piensan en destruir, matar y traer a lucifer del infierno, yo decidí enamorarme de una humana. Esa decisión solo duró una semana.

Ideé un plan con tres simples pasos: Estudiar, observar y secuestrar a la humana.
En mi primer intento de secuestro terminé matando a la mujer, "mis manos secundarias u hojas afiladas que llevo en la espalda causan mucho daño" ese fue un dato importante del cual no me había dado cuenta.
En el segundo intento un maldito demonio terminó devorando a la mujer.
En el tercer y último intento, conseguí secuestrar una humana. Por cómo estaba vestida y por las dos pistolas que llevaba, diría que era una cazadora de demonios, eso no me impidió en explicarle que era lo que yo quería.

-¿Sabes... --Preguntó ella-- ¿Sabes qué quiero yo?
-Dime.
-Quiero que te suicides conmigo. Ella había perdido las esperanzas de salir con vida de aquel lugar, así que pensó en llevarme a la muerte.
-Está bien. --Enlazamos los brazos como quien toma un trago y... jalamos los gatillos.

Después de los cinco minutos desperté, ella estaba muerta a mi costado.

Hay una cosa que me diferencia a los otros demonios. Ellos pueden morir o ser purificados, yo no, soy inmortal. Seré un demonio para siempre.

Suicídate ConmigoOn viuen les histories. Descobreix ara