25.

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Todo pasó muy deprisa. La muchacha que acababa de entrar en la habitación se lanzó a los brazos de Riker, quien la rodeó con sus fuertes brazos y la presionó contra él. La recién llegada explotó en un llanto incontrolable, tanto que me llamó la atención, porque parecía que le habían torturado o le habían hecho algún tipo de daño mental, se notaba que aquella chica necesitaba atención psicológica para poder sobrellevar todos los traumas que acarrearía de por vida. 

— Te he echado mucho de menos... —su voz era dulce, pero esa dulzura se mezclaba con el dolor y el miedo que teñía su sonido. Era inquietante. 

— Yo también. Deja de llorar, por favor —se notaba que Riker apreciaba demasiado a esa chica, pero no tenía ni idea de quien era. No sabía si era una novia suya o algún familiar. 

Yo me encontraba observando toda la escena desde la distancia, desde un segundo plano. Como si estuviese presenciando una película de drama y lo único que me faltasen fueran las palomitas. No quería estropear aquel momento que se notaba que era de ellos dos y que llevaban esperando mucho tiempo. Tampoco sabía como actuar en esa situación o si decir algo, así que simplemente seguí como hasta entonces hasta que ambos se separaron, se sonrieron y Riker me miró. 

— Sasha, ella es Hayley, mi hermana pequeña —la mandíbula me llegaba hasta el suelo y abrí los ojos como platos. Ese giro argumental no me lo esperaba. 

Tanto tiempo escuchando el nombre de Hayley sin saber quién era, y resultaba que era la hermana pequeña de Riker. Esa a la que se suponía que había asesinado, al igual que a sus padres hacía unos cuantos años. Esos expedientes no podían estar más equivocados... todo gracias a Nick, mi inspector, el que resultó ser un corrupto. 

¿Shui también había adoptado a Hayley? jamás la mencionó, nunca me dijo que Riker tuviese hermanos o hermanas, tampoco me lo dijo él. Puede que fuese hermana por parte de su padre y no hija de Shui ni tampoco adoptada como él, pero si Hayley era de otra mujer... ¿el padre de Riker le había puesto los cuernos a Shui en algún momento de su vida? no podía sacar conclusiones precipitadas, no hasta hablar con Riker, si es que quería hablar.

Sonreí todo lo que podía sonreír en esa situación, en aquella en la que nos encontrábamos los tres, pero Hayley en peor condición y ella me devolvió la sonrisa. 

— Encantada de conocerte, Hayley.

— Igualmente. 

Los tres hombres con pasamontañas que seguían en el umbral de la puerta estaban inmóviles. Parecían estatuas y estaba claro que se iban a llevar a Hayley de un momento a otro. Habían tantas preguntas respecto a aquel lugar y respecto a la hermana de Riker que no sabía cuál formular primero. Lo único que me interesaba ahora mismo era descubrir qué sitio era ese y quien era el jefe o jefa de ese lugar. Quería hablar con alguien de importancia, alguien que tuviese poder en esa fortaleza. 

— Hayley, ¿qué ha pasado? ¿qué te han hecho? 

— Querían información de ti, pero hacía tanto tiempo que no te veía que yo no sabía nada, pero no me creían. Básicamente, utilizan la tortura contra todo. 

— ¿Sabes quién manda aquí?

— No. Nunca he hablado con nadie. 

Notaba como Riker le daba vueltas a algo en su cabeza, tal vez intentando pensar quién podía ser o si lo conocía, pero por su cara no parecía haber descubierto nada de validez. Los hombres de la puerta fueron apartados de mala manera por otro hombre tres veces más grande que ellos y agarró a Riker, rodeándole las muñecas con una brida. No pronunció ninguna palabra ni dijo a dónde se lo llevaba. Tampoco respondió a nuestras preguntas, simplemente sacó a Riker de allí y los tres hombres cerraron por fin la puerta, dejándonos a Hayley y a mí dentro.

RikerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora