16. Las muelas del juicio

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En este tema les hablaré sobre algo tan inútil y para muchas personas llegan a ser molestas, las famosas "muelas del juicio". Aquí les contaré mi experiencia con estas cosas tan molestas que en verdad no sé ni tengo la más mínima idea quien las inventó y como para qué, tal vez solo para hacernos gastar dinero, ganar unos días de dolor y días de "dieta".

Primero me di cuenta que la tenia, mejor dicho que me estaban saliendo, cuando un día noté que se me estaban moviendo mis dientes de abajo. Cabe mencionar que hace alrededor de 4 o 5 años, empecé mi tratamiento con los famosos "brackets" o "frenos", y duré con ellos cerca de 3 años. Después de esto, me los retiraron y posteriormente me pusieron los llamados "paladares", que vienen siendo algo parecido a los frenos, pero estos se quitan a la hora de comer y al lavarse los dientes y es para que no se muevan los dientes (entre comillas).

Duré con los paladares como de 3 a 5 meses. De hecho la dentista que me trató lo de los frenos y después lo de los paladares, ya no me dijo nada, solo me dijo, algo así como: "vas a tener estos paladares como 3 meses" y ya fue todo.

Los procesos para llevar a cabo estas 2 cosas para que se te arreglen los dientes, al inicio es algo raro y molesto, por el hecho de no estar acostumbrado a tenerlos.

Antes de que me pusieran los frenos, tuve que hacerme unas radiografías o fotos para ver en qué posición estaban los dientes y si no había que sacar algunos dientes para que quedaran bien y no hubiera ningún problema. Efectivamente me tuvieron que sacar varios dientes y es de lo peor todo este proceso para sacar un diente. Mas si eres más chico de edad y te dan pánico las agujas y todo esto.

Me tuve que aguantar. Después de que me sacaran estos dientes, ahora sí. Fue la colocación de los frenos. Recuerdo que me los pusieron por partes. Primero fui un viernes y estaba muy nerviosa. Entré al consultorio, la doctora empezó a sacar muchas cosas como de metal. Primero empezó a hacerme como una limpieza de dientes (ya me había hecho una, pero otra vez). Luego me empezó a poner unas cositas de metal, eran como pequeños cuadritos, en cada uno de los dientes (que son los frenos, en sí). Me sentía media rara y raspaban.

Al terminar me dijo que al día siguiente fuera otra vez, para terminar de ponerlos. Sin antes, no recuerdo si me dijo que comprara o si me dio, una pequeña cajita naranja, que tenía unas barritas de cera, para ponerlos en cada freno, para que no me raspara.

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Detrás De Mi ReflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora