Capítulo 6.

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Mientras tanto en Zootopia, siete horas antes de que Bill escapara.

En algún lugar de Zootopia.

-Señores, tenemos que apresurarnos con ese helicóptero. Tenemos siete horas antes de ir por el señor Mouse.-comandaba una nutria.

Salió del "hangar" donde se encontraba para entrar en una oficina igual de grande que la de Boggo pero con un escritorio más pequeño. Del cajón de aquel escritorio saco un cuadro donde se encontraba una foto de una familia nutria. En ella, el señor Nutriales.

-Lo siento hermano. No haría esto si no tuviera otra opción pero tú no me la diste al dejarme con ellos.-su mirada era de enojo hacia la foto. –Por lo pronto, mis sobrinos no serán utilizados pero tú y tu esposa nos servirán de mucho.

-Señor, atrapamos al depredador que nos dijo.-hablo uno de los secuaces por la radio.

-Tráiganlo ante mí. Esto será una gran reunión familiar.-sonrió sínicamente.

Minutos después del comunicado, dos lobos entraron sosteniendo a un señor Emit Nutriales herido en el ojo por un golpe y varios zarpazos en el cuerpo.

-¿Qui... quién eres? ¿Qué quieres hacer conmigo?-hablo débilmente la nutria.

-Oh hermano, ¿Acaso no me recuerdas?-la voz de la nutria libre era aguda pero también un tanto grave. Algo así como un motor de un Marrari.

-¿B... Brent?-preguntó extrañado al reconocer aquella voz.

-Si Emit, soy yo. Y espero que te hayas despedido de Lorie y Carl y Lily, bueno, solo de Lorie. Carl y Lily se las arreglaran sin un padre y una madre que los cuiden.-hablo divertido mientras pasaba una de sus garras por las heridas de su hermano atrapado.

-Te atreves a tocarles un solo cabello de su pelaje y...

-¿Y qué? ¿Me volverás a abandonar con ellos? ¿Con los que me torturaron tantos años? ¿Con los que tuve que vivir hasta que escape gracias a un ratón generoso?-reclamo enojado.

-Yo no te abandone en ese lugar de mala muerte, yo solo trataba de salvarnos pero yo...

-Ya silencio, no quiero oír tus excusas de "Ay, soy el hermano bueno, no te quería abandonar" a otro mamífero con ese cuento.-hablo indiferente. –No te hare nada por ahora, esperare hasta que atrapen a tu esposa para lograr este trabajo. No es nada personal Emit pero tengo un jefe que sacar de la cárcel.-después de ese comentario, los lobos, uno negro y otro un poco más claro se llevaron a la nutria que se retorcía tratando de liberarse de sus captores.

-¡No les hagas esto! ¡Son tu familia!-gritaba mientras se alejaba.

-Lo son, pero quiero darles un nuevo sentido de cómo es la vida.-susurro para sí mismo.

Cinema "Multi-Especies"

Cinco horas antes de Bill escapara.

Narra Nick:

Salimos de la sala cuatro donde habían exhibido la película "¿Y si decido quedarme?" como me imaginaba. No estuvo mala pero tampoco es que sea fan de ese tipo de películas pero como la oficial pelusa a mi lado decidía esta vez, pues ya tuve que verla.

-¿Qué te pareció la película Nick?-pregunto dando pequeños saltitos como niña pequeña.

-Pues demasiada romántica para mi gusto.-comente con una mueca de disgusto.

-Ay, admítelo. Tú eres más romántico que esos dos. Y eso no lo puedes negar.

-Si pero es lindo cuando tú lo haces, cuando lo demás lo hacen es un poco... meloso.

-A ver señor meloso, ¿Quieres divertirte un rato?-pregunto deteniéndose en frente de mi con una sonrisa pícara.

-¿Acaso la coneja quiere su zanahoria demasiado pronto?-devolví la mirada.

-No tonto zorro, me refiero a la sala de juegos que se encuentra al otro lado de aquí.-reprendió para después dar unas carcajadas.

-Está bien zanahorias. Vamos.-me acerque rápido a ella y la tome por la cintura haciendo que volara como un ave.

Al hacer esto, muchas personas a nuestro alrededor nos miraron raro. No me importo, la baje y caminamos al otro lado de la calle para entrar en la sala de videojuegos. Dentro había muchos niños y jóvenes concentrados en sus juegos. Esto me pareció divertido ya que yo también era así de activo a su edad.

-¿En qué piensas Nick?-pregunto Judy interesada al verme con una sonrisa que decía que tenía un plan.

-En nada, solo juguemos.-mi voz no era seria pero tampoco decía que no haría nada.

Vi a unos chicos depredadores y presas jugando un juego de baile sobre una pista de colores. "Dance it 2016" se llamaba el juego. Me acerque a ellos y veía como jugaban. Regrese mi vista atrás para ver que Judy se había quedado jugando un juego de disparos, un shotter como dicen ahora. Yo seguía viendo a estos chicos bailar hasta que uno de ellos me vio y hablo.

-¿Qué pasa anciano?-pregunto desafiante. -¿Quieres jugar?

¿Anciano? Apenas soy unos quince años mayor a él. Son de unos diecisiete o dieciocho años.

-Oye niño, créeme que se sorprenderían al verme jugar a esto.-hable tranquilo.

-Pues juega, te propongo un trato. Si ganas, podrás jugar las canciones que quisieras. Si yo gano, tendrás que jugar uno de los juegos más humillantes que hay aquí. La casa de los monstruos felices.-Enserio ¿Qué juegos crean hoy en día?

-Está bien.-subí a la plataforma que tenía cinco placas, una con una flecha en cada esquina y una en el centro con la figura de dos patas en ella.

Él joven, que era un guepardo, me miro confiado y luego busco muchas canciones. Puso una que era Hipozart pero lo que me sorprendió es que hizo unos movimientos con los pies haciendo que los niveles de cada uno subieran al tope.

-Nunca dijiste en qué nivel debería ser.-la canción comenzó y las flechas comenzaron a aparecer en la pantalla.

Eran rápidas pero no tan rápidas para un zorro escurridizo como yo. Me movía tan rápido como llegaban aquellas flechas rojas y celestes ganando puntos a montón. Mi concentración estaba en bailar y nada más. Más flechas, más puntos. Todo apuntaba que iba a ganar pero sentí un empujón en una de mis patas que me hizo caer. El guepardo sonrió malicioso y siguió jugando. Sin perder tiempo, me levante de nuevo y seguí jugando. No perdí tantos puntos pero si los suficientes para quedar atrás de él. La canción estaba a punto de terminar. Él iba a ganar pero una serie de flechas y combos venían en mi pantalla haciendo que ganara puntos en extremo siendo el vencedor del juego.

-Pe... pero...-tartamudeo el guepardo sorprendido por mi victoria.

Alrededor de nosotros se encontraban todos los jugadores animándome por ser el ganador.

-Esto no es justo, quiero la revancha.-reclamo.

-Oh, lo siento, eso no es lo que dicen las reglas. Además...-saque mi placa de policía dejándolo frio y quieto. –Oficial Wilde y deberé llamar a tus padres por agresión a un oficial de la ley.-sentencie.

-Pero yo hice que se cayera oficial. Se lo prometo, fue usted quien se cayó.-justifico asustado.

-Nick...-hablo Judy detrás de mí. –Él dice la verdad. Tú te golpeaste una pata con la otra haciendo que cayeras.-susurro apenada.

Frio, ahora yo, guarde mi placa en mi bolsillo y pedí disculpas. Iba a reprimirlo también por haberme dicho anciano pero ya era tarde. Eran las seis o siete de la noche y nos regresábamos a Zootopia a las diez. Pedimos disculpas y volvimos al auto, esta vez Judy de conductora. Veinte minutos después, nos encontrábamos de nuevo en el hotel.

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Bien, capítulo extra. ¿Por que? Porque quiero avisarles que he creado una pagina en Facebook para los ravers o electroadictos. Ahi, en conjunto con otro amigo, estaremos subiendo mixes, canciones y demas para que disfruten a cada momento. Nos vemos.

¿Aun somos nosotros? Parte N.- 2 (Serie de Fanfics)Where stories live. Discover now