Capitulo 41 (Maratón 8/8)

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Suspire y cerré mis ojos, estaba completamente nerviosa ¿y si mi papá a los segundos entraba a mi cuarto? ¿y si ya estaba buscándome?
Relájate ____ seguramente mañana entrara en tu habitación, pero para eso yo ya voy a estar muy lejos..
Una mano se posó sobre la mía y abrí mis ojos encontrándome con la sonrisa que más amo.

-¿Estas bien? –me miro preocupado- estas nerviosa yo te estoy presionando, quizás debamos volver.
-De ninguna manera –tome su cara entre mis manos- estoy completamente feliz y relajada de estar muy lejos de allí.
-¿Estas segura? –me pregunto besando mis manos.
-Completamente Justin –bese sus labios- ¿Por qué no duermes? –le pregunte- también tienes derecho de hacerlo.
-De acuerdo –acaricio mi cabello- pero cualquier cosa que necesites me despiertas cariño.
-Si –sonreí enormemente al escuchar cómo me había llamado.

Sus ojos se cerraron y se escuchó su respiración tranquila.. tome su mano al instante que coloque mis auriculares, perdiéndome en el paisaje, mientras escuchaba canciones tranquilas.
Mientras miraba el paisaje, imaginaba como sería mi vida en adelante.. me imaginaba casándome con Justin, teniendo preciosos hijos.. y al instante sonreí, estaba emocionada de conocer a su madre, mire a Justin y sonreí con orgullo, él era increíble ¿Qué joven se marchaba de su hogar queriendo hacer lo que quisiera, pero prometiendo volver por su mamá? Se me revuelve el estómago al pensar que estuvo viviendo en las calles.. acaricie su mejilla suavemente mientras dormía.. este precioso chico.. ¿era mío?
El chico que siempre me consolaba mientras lloraba, el que me abrazaba, me besaba con todo el cariño, a aquel con el cual choque aquella noche.. pero sobre todo el que me salvo que cometer una locura ¿ese fue el destino? ¿Fue el destino el que lo mando para que me salvara?
¿Qué pasaría si no hubiera llegado? Si no hubiera nadie quien salvarme.. yo no estaría aquí.
Él era mi ángel, mi ángel guardián.. yo creo que sin el mi vida sería aún peor.. pero ahora tenía por quien luchar, tenía alguien por cual mantenerme fuerte, él es mi futuro, lo quiero a él.. en mi futuro.

Tome mi mochila y busque entre mis cosas, estaba hambrienta, la última vez que lo hice fue esta mañana, cuando vino mi padre.
Maldito sea su amigo el que le llamo y le dijo de nosotros.. me gustaría tomar una venganza, pero que va eso suena muy infantil.
Ojala mi padre todavía estuviera en el caribe, muy lejos de aquí.

-¿Qué buscas? –una voz adormilada me sorprendió. Era Justin, lo había despertado.
-Oh nada amor, solo sigue durmiendo, no quería despertarte.
-No es nada, además ya estoy bien, no quiero dormir más –rio y apoye mi cabeza en su hombro- déjame adivinar.. ¿tienes hambre?
-Si –respondí apenada- por cierto, el desayuno que me habías echo hoy estaba demasiado rico.
-Me lo hacia mi madre siempre de pequeño, te aseguro que cuando vallamos le pediré que te prepare y te encantara.
-¿Y dónde vive tu madre? –le pregunte emocionada.
-En Bradford –respondió mientras entrelazaba nuestras manos.
-Genial siempre quise ir ahí –le dije y rio.
-¿Nunca lo has hecho?
-Eh bueno, mi padre no era de dejarme salir mucho.. a veces salía con Darci y.. ¡DARCI! –grite y todos en el autobús se dieron vuelta a mirarme.

Al ver que absolutamente todos me miraban, baje mi cabeza totalmente sonrojada de la vergüenza.
-Lo siento, ella no quería gritarlo –dijo Justin riendo nervioso.

Al parecer entendieron y volvieron a lo suyo.
-Dios mío –comencé a reír y me oculte en su pecho.
-Eres un caso perdido –carcajeo, pero no tan fuerte.. no queríamos que todos nos miraran de nuevo.
-Oye -golpee su hombro- te quiero –susurre en sus labios.
-No más que yo –me dio un pequeño besito.
-Enserio, acabo de recordar a mi mejor amiga Justin ¿Cómo carajos le diré a ahora?
-No le tienes que decir nada ____, nadie debe saberlo.
-Lo sé –baje la mirada- pero es mi mejor amiga Justin, es como mi hermana.
-Solo dile que estas bien, pero no puedes decirle donde y con quien estas –me paso su teléfono-
-Está bien.. pero ¿este teléfono no te lo dio mi padre? –le pregunte asustada de que podrían rastrearnos.
-Le cambie el chip amor –rio- ahora llama a Darci, pero no por demasiado tiempo.
-Está bien –tome el teléfono y comencé a marcar su número de celular, que lo sabía perfectamente de memoria.

La Dama y el vagabundo |Justin Bieber y tú|Where stories live. Discover now