Capitulo 40 (Maratón 7/8)

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-Márchate conmigo –me miro suplicante mientras entrelazaba nuestras manos- escapemos.. juntos

Abrí mi boca con sorpresa ¿el de verdad me estaba pidiendo esto?

-Pero Justin..

-Vamos amor, ambos sabemos que tú no estás bien aquí –acaricio mi mejilla- tú no eres feliz, no eres libre.

Él tenía razón, lo mire y él tuvo oportunidad de seguir hablando..

-Ven conmigo, seamos libres, vayámonos lejos –pronuncio suave, lo cual me enterneció.

-¿Pero dónde? –pregunte asustada.

-Tengo suficiente dinero, para volver por mi madre.. pero no me iría sin ti.

-Es que esto es una locura ¿Qué pasa si nos encuentran?

-Yo me asegurare de que no te encuentren –beso mi frente- lo juro.

Respire hondo y asentí, estaba más que dispuesta a hacerlo, más que dispuesta a irme con él

-¿En que iremos? –le pregunte dudosa.

-Em bueno, solo nos queda en ir en autobús –sonrió de costado-

-Está bien –sonreí-

Camine despacio hasta mi habitación y tome mi maleta.

-¿Cómo es que ya la tienes echa? –me pregunto mientras me abrazaba por la cintura-

-Mi padre quería que lo haga –dije asustada- quizás me quería mandar a un internado.

-No lo permitiría –susurro- tú te vienes conmigo, estoy cansado de ver cómo te golpea –dijo con furia-

-Sh –bese sus labios- vámonos de aquí Justin.. llévame lejos.

Me dio una de sus encantadoras sonrisas y suavemente tomo mi mano, conduciéndome hacia la ventana, cuando llegamos al balcón, el bajo primero.. despacio.. sin hacer alboroto, luego le pase mi maleta, y finalmente seguía yo.. suspire profundamente, ya no había vuelta atrás.. Justin me ayudo a bajar y ambos ya estábamos en el suelo.

-No le dije nada a mi nana Justin –le susurre.

-Yo creo que es mejor que nadie sepa adonde fuimos –beso mi mano- 

-Pero ella es como mi segunda madre.. siempre estuvo para mí –baje la mirada.

Con una de sus manos, levanto mi mentón, dejándome ver sus ojos, y el los míos –y ella siempre estará para ti, yo creo que ella sabrá donde fuiste.. y estará feliz –me sonrió y yo también le sonreí- ahora vámonos –tomo fuertemente mi mano, conduciéndonos hacia la puerta trasera.

La abrí y salimos fuera.. ya estaba fuera de mi casa, ya no estaba dentro.. mientras caminaba y caminaba, miraba mi casa, donde crecí, donde llore, donde sonreí, donde lo conocí..

Miles de recuerdos están allí.. recuerdos que debo dejar ir, y enfocarme en algo nuevo.

Quite mi mirada de mi casa, susurrando en mi mente “hasta siempre”

Lo único que quería, era irme lejos.. con Justin, con mi Justin.. que jamás suelte mi mano.. nunca.

Luego de caminar y caminar, habíamos llegado a la parada de autobús, allí nos sentamos y esperamos.

-No te preocupes, en unos cuantos minutos vendrá el próximo –me susurro mientras acariciaba mi cabello.

Asentí mientras apoyaba mi cabeza en su hombro y cerraba los ojos, estaba exhausta.. y ni siquiera sentía mi mejilla, de tantas cachetadas.. maldito vie..

Deja de pensar en él, ya no está más en tu vida, sácalo

No puedo

Si puedes, estas con Justin, estarás bien, deja de pensar en el que te hacia sufrir.

Suspire profundamente y aleje todos los pensamientos de m pasado, mi padre, mi sufrimiento.. todo tiene que quedar atrás.

Y Cuando menos me di cuenta me quede dormida, teniendo un extraño sueño.. más bien, un viejo recuerdo.

“-¿Dónde estamos mamá? –le pregunte.

-En la playa –me sonrió- como se que a mi pequeña le encanta, me pareció que podríamos pasar un bello día.

-¿A la playa? –pregunte emocionada- Gracias mamá

Ese día fue hermoso, recuerdo que con mi mamá siempre donde vayamos, la pasábamos realmente bien.

Mi mamá era como mi mejor amiga, mi hermana, ella era todo, siempre estaba para mí cuando la necesitaba, aún recuerdo cuando me traía dulces luego de su trabajo y siempre me contaba un cuento nuevo, antes de dormir” 

-_____, mi amor –susurraron en mi oído.

-¿Si? –dije abriendo los ojos.

-Lo siento por despertarte –beso mi mejilla- pero el autobús llego.

Asentí y me levante, tomando su mano, el tenía en su brazo una mochila.. con lo que debo suponer que son sus cosas.. y con su otra mano libre llevaba mi maleta.. entramos al autobús, mientras Justin pagaba al chofer, yo buscaba un lugar para los dos.

El autobús no estaba tan vacío, habían niños con sus madres, parejas y un par de personas solas.. cuando encontré un lugar me senté y seguido de mí se sentó Justin junto a mí.

-¿Lista? –me pregunto.

-Más que lista –le sonreí.

Tomo mi cara entre sus manos y me dio un dulce beso.. en ese momento el autobús se puso en marcha, dejándome en claro, que ya no había vuelta atrás. 

La Dama y el vagabundo |Justin Bieber y tú|Where stories live. Discover now