Capítulo 14 (M+18)

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N/A: Espero que os guste mucho. Muchas gracias por vuestros comentarios y por leerme. Graaaaaaaaacias.

Dedicado a mi pequeña cupcake que sé que ella deseaba esto jajajaja.

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Respiró profundo mientras sintió la leve brisa que entraba por la rendija de la ventana y le hacía estremecer, obligándola a taparse mejor con la sábana.

El sonido de los pajarillos llegó a sus oídos mientras disfrutaba de esos segundos antes de despertar.

Se suponía que con todo el trafico de la ciudad no podía escuchar otra cosa que los claxon de los autos o el ir y venir de la gente en su vida diaria, sin embargo, cuando estaba tan dormida, tan relajada era capaz de distinguir el sonido de los pajarillos que seguramente permanecían en la barandilla de la pequeña terraza que daba al despacho de Castle y por ende a su habitación.

Sonrió al pensar en él y se removió sintiéndolo en su espalda. Su cuerpo enorme, su piel caliente pegada a su espalda…

Abrió los ojos de golpe al recordar que efectivamente se encontraba en la habitación del ex escritor, más concretamente en su cama.

Se mordió el labio y se giró encarándolo: Dormía plácidamente. Acarició con ternura el rostro de él, su leve barba, su masculina mandíbula, su cuello y por fin su pecho desnudo.

Dejó un suave beso en sus parpados cerrados y suspiró contrariada…

Se mordió el labio culpable al sentir su masculinidad sufrir bajo los vaqueros… Ambos habían sido comprensivos con el otro, sin embargo no podía evitar sentirse culpable ante la presión de sus pantalones…

Sintió una punzada en su pierna… Normalmente dormía sin la prótesis…

Volvió a acurrucarse contra su pecho cerrando los ojos y el recuerdo del día anterior la asaltó…

Soltó un jadeo cuando escuchó la frase que Castle, como si nada, había dejado como una bomba que obviamente traería sus consecuencias.

-¿Aquí?-exclamó Kate en una pregunta, víctima de la sorpresa y los nervios.

-Ojala fuera aquí y ahora-murmuró él riendo-pero necesito más tiempo que sólo un minuto contigo…

Y apenas les quedaba cinco segundos para que el ascensor llegara a la planta baja las puertas se abrieran y regresaran al mundo real.

Kate posó su mano sobre la de él que seguía sobre su rostro, acariciándola con suavidad. Un deseo profundo atravesó su cuerpo y se irguió para besarle de nuevo… Y antes de que pudieran darse cuenta, antes de que se percataran que las puertas se habían abierto y que se habían subido a un taxi disfrutando de un silencio compartido estaban entrando en casa del hombre que Kate llevaba tiempo esperando.

Un hombre como él…

Kate sintió los nervios instalarse en su estomago. Ninguno decía nada. Ambos habían tomado la decisión implícita en el silencio de seguir sus deseos, su excitación…

Kate se deshizo de la chaqueta de Rick con manos temblorosas mientras una mano juguetona de él se había posado en su cintura y movía sus dedos introduciéndose bajo la tela de su camiseta.

Mordió su labio inferior con suavidad y él junto su frente con la de ella en un tierno gesto lleno de cariño y complicidad.

Su corazón iba a mil por hora.

Se movieron lentamente por el apartamento hasta ir a su habitación. Kate besó su cuello mientras caminaban sin separarse.

-Tu madre y…

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