-¿Kate?

-¿mmm?

-Decía que aquí... A la vuelta de la esquina hay un italiano... Bueno es Little Italy está lleno de italianos a dos calles de aquí... Pero un italiano de verdad no como Ginos.

-Estupendo-concretó Kate.

Se acomodaron en una mesa casi al fondo del restaurante. Beckett sonrió ante la humilidad del lugar. Castle tenía razón, aquél restaurante era mucho mejor que Ginos. Era el tipico restuarante italiano con sus habituales manteles de cuadros rojos y blancos.

El olor a pasta hacía que su estomago rugiera aunque no estaba muy segura si por hambre o por nervios.

-¿Ya habías estado aquí?

-Si.

Ambos hablaban en tono bajo muy intimo. Apenas habían más comensales, todo estaba bastante tranquilo, algo que ellos necesitaban para relajarse. Sentirse agusto en el lugar y con ellos mismos.

-Lo recuerdo todo-sonrío buscando la mano de ella encima de la mesa- Los manteles de color rojo y blanco... La pared de piedra llena de fotografias de Italia...-suspiró-Las mesas y sillas de madera... Luigi gritando en la cocina,-Kate miró hacia allí y vio un señor mayor con bigote gritando a todos sus empleados- y algún chico nuevo llamado Fredo o no sé... Victor... Alguien vendrá ahora y nos tomará nota...

-Buonanotte. ¿Puedo tomarles nota?-preguntó un escualido jovencito nervioso y con un acento italiano marcado.

Beckett sonrió al ver como Castle había acertado en todo. Ambos pidieron un vino tinto y unos spaghetti bolognesa. Algo sencillo.

Kate rió cuando el muchacho les dejó a solas de nuevo.

-Lo acertaste todo... Pero el chico se llamaba Genaro.

-Casi-exclamó Castle divertido y acaricaindo la mano de ella- Es mi restaurante favorito de esta zona, solía venir con Alexis los sabados.

Beckett correspondió la caricia cuando vio el gesto triste en el rostro de él.

No pudo evitar tomar su mano con fuerza.

-Jesse-llamó Johana desde la puerta de su hogar en Queens, una casa colonial de dos plantas con una pequeña parcela con cesped en la entrada delantera y garaje. Identica a las casas vecinas.-Te buscan.

Jesse bajó las escaleras vestido con un pantalon de pijama de superman y una camiseta deportiva de los Giants. El cabello despeinado y descalzo. Ya era hora de irse a dormir.

Johanna miró a la chica que tenía frente a ella. No estaba acostumbrada a que alguien viniera en busca de su hijastro y menos a esas horas. Suspiró y les dejó a solas cuando el chico llegó hasta la puerta.

-¿Qué haces aquí?-masculló Jesse.

Alexis sonrió con su mejor cara de no haber roto un plato nunca.

-¿Quieres salir?

-Es Jueves.

-Jueves universitario.

-Tenemos catorce años... Ya me iba a dormir. Además mañana aún hay escuela...Y después de lo de ayer, verte es lo último que quiero hacer...

Alexis pasó su mano por su cabello rojizo y se mordió el labio.

-Venía a disculparme... Por cierto, bonito pijama.

Jesse bufó molesto.

-¿Cómo demonios has llegado aquí? ¿Y cómo sabías dónde vivo?

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