Realidades Inesperadas

C͜͡A͜͡P͜͡ÍT͜͡U͜͡L͜͡O͜͡ 1: Regreso a Hogwarts.

Sí, así es todos los años. Mamá histérica, papá calmado y con algunos rastros de diversión, yo de mal humor o más bien de "humor Black", como diría papá. Black es el apellido de soltera de mamá, y papá dice que cuando se enojan, tienen un humor de una palabra que mi madre desaprobaría totalmente... y ya, empiezo y me estoy saliendo del tema.

Se hace tarde, al fin llegamos. Papá corre por un carrito para mi baúl y mi nuevo obsequio, ¡Una lechuza! ¡Y bebé! ¡Tiara Cookie! Ni se imaginan la ternurita que es, blanca como la nieve, con plumas suaves como el algodón y unos grandes y grises ojos que enamoran! ¡una pelotita de plumas! Ja, aunque a veces algo temperamental con extraños, como mamá. Me la dió papá, como regalo adelantado por mi cumpleaños, ya que estaré en la escuela por esos días.

Cruzamos el andén, sin que los muggles nos vean. La verdad, a veces creo que son ciegos o.O con todas las cosas fabulosas que existen en el mundo que compartimos y ellos ni enterados. Papá sube mi baúl al tren y lo deja junto a los del resto, mientras mamá me quita el aire con uno de sus abrazos y me pide que me cuide mucho, como todos los años. Puede ser muy recta y todo (gracias a las enseñanzas de su familia) pero también aunque no sea de demostrarlo mucho, suele ser muy sobreprotectora en determinadas circunstancias. Sin embargo esta vez creo que exagera, bah... Desde hace poco han estado ocultándome algo pero no le vi la necesidad de preguntar. Llega papá con una gran sonrisa y me salva.

-Disfruta mucho este año princesa!. Estoy seguro de que lo vas a pasar muy bien-. Me dice, algo entusiasmado y me abraza fuerte, pero no tanto como mamá.
-Ok, no preguntaré por qué. Cuídense ¡y disfruten su libertad! -alzó los brazos dramatizando. Papá se ríe.

Se escucha el sonido que da aviso de que el tren va a partir, y me dirijo a el.

-Escribenos cada semana Nymphadora.- Hago una mueca de disgusto al escuchar ese nombre- No lo olvides.- mamá me habla mientras subo al tren.
<<Oh cariño, espera!. Olvidas tu lechuza!.- me alcanza la jaula de Cookie, cuando ya estoy en el expreso, uf pobre Cook, casi la dejo.- Escribenos con las de Hogwarts, ella esta aún muy pequeña.
-Ok. Adiós... Diviértete!.- Le guiño divertida por su expresión y hago señas de despedida con la mano mientras el tren avanza.

Ahora a buscar un compartimento vacío. Dónde estará Scarlett... Cur, como le digo yo, es mi mejor amiga, Scarlett Currie. Una chica tranquila, bonita, sofisticada, responsable; aunque como yo, tiene su lado supernatural *mirada maléfica* como le decimos. Es hija de muggles, he aprendido muchas cosas de ellos, gracias a ella y a mi padre que también lo es.
Por si no saben, muggles son las personas no mágicas. Yo soy una bruja, no como la de los cuentos muggles, dónde son viejas, malvadas y bla bla bla, todo lo feo. No! Tengo una varita, con la que hago magia y este será mi sexto año en la escuela Hogwarts, de magia y hechicería, que es a donde nos lleva este tren. No soy muy buena explicando, de hecho esto lo tendría que haber explicado antes pero bueno, con el tiempo entenderán.

Todo esta lleno de estudiantes que empujan, no sé ni como sigo de pié con lo torpe que soy.

-Oooh Cakeeee!-. Alguien poseedora de una cantarina voz, me abraza por detrás.
-Oooh Cuuuur!-. La imito dramatizando, se ríe.- Dime que encontraste un compartimento.- pido esperanzada.
-Claro tardona! Charlie esta ahí.
<<Qué tal las vacaciones?- me pregunta al entrar. Charlie me ve y sonríe.
-Geniales! Fuí muchas veces al cine con papá, este año. Qué tal Charlie? :D
-Todo bien Nymph!-. Nos abrazamos y luego me siento. Dejo la jaula de Cookie a mi lado, que es muy cómoda y con una pequeña manta para bebé, por cierto. La saco.
-Pero que ternura!-. Exclama Cur.
-Si, regalo de cumpleaños adelantado, se llama Cookie.
-Aww, ¡Cake y Cookie!-. Dice Cur y Charls se ríe. Cur me llama Cake, por mi cabello. Ah, lo olvidé, soy metamorphomaga: osea que puedo cambiar mi aspecto de la forma que quiera, aunque lo único que cambio es mi cabello, a excepción de las veces en las que lo hago para bromear o para que Filch y la señora Norris, no me atrapen en mis paseos nocturnos. Hogwarts es mucho más interesante de noche.