Cómo empezó todo

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Capítulo 03
Septiembre 2014

-Un mes después de entrar me hice muy amigo de Pavel, un chavo que había reprobado el año y lo repetía en esta secundaria, me llevaba muy bien con él, tanto que empezó a sustituir a Kiliana un poco, en ratos me juntaba con él y con Dánnae.
Pavel se hizo mi mejor amigo y logró que yo le contara todo sobre mí y algunos de mis secretos.

La primera vez.

Me estaba llevando mejor con Dánnae que con Kiliana y no sabía la razón, sólo estaba con ella y nos divertíamos.

Éramos buenos amigos.

En una ocasión estábamos Kiliana, Dánnae y yo sentados en el salón hablando sobre un tema algo raro, la conversación seguía y seguía, siendo sincero el tema sí era aburrido y pensé en pararme e irme,  pero no lo hice. Pero Kiliana no lo pensó dos veces, así que se paró y se fue,  dejandonos solos.

Nos quedamos viendo un instante mientras tratábamos de levantar una sola ceja, yo era muy malo para eso, entonces no podía y sólo me reía, ella lo hacía con una facilidad que lo hacía ver sencillo, mientras lo hacía, no me dí cuenta el momento en que la miré fijamente a los ojos, en ese momento me percaté de lo hermosos que me parecían. Eran enormes a mi parecer, en ese momento se me hicieron los más bellos del mundo entero.

Inmediatamente me enamoré de ellos, lo que hizo que los mirara durante semanas y semanas hasta que se me hizo una adicción mirarla a esas hermosas perlas que tenía bajo la frente.

Diciembre 2014

-Con el tiempo, sin darme cuenta Dánnae era dueña de mi mundo, de mis miradas y de mis suspiros.

Aún seguíamos siendo buenos amigos. Pero no entendía eso que empezaba a sentir dentro de mi pecho por ella...

Era algo que nunca me había sucedido.

Ya que con Kiliana todo era muy superficial, no había sentimientos, sólo me sentía atraído físicamente. Pero con Dánnae era todo lo contrario, ella me hacía sentir bien, me gustaba su actitud, su carisma, su forma de ser y ver las cosas.
Y lo que me gustaba era que, al tener un mal día, ella era la única que podía pintarlo de otro color, porque cada vez que ella aparecía la razón se me iba, y lo sabía porque temblaba cada vez que me enredaba y me atrapaba en sus pupilas.

Febrero 2015

-Busqué y busqué la razón del porqué había dejado de tener total comunicación con Dánnae, algo raro e inusual, nunca se me pasó por la cabeza dejar de hablar y hacer relajo con ella.

Hasta que varios días después me dí cuenta que la culpa fue mía.
Me gustaba tanto que no podía hablarle por la pena que me daba.
Al tal grado de dejar de saludarla.

Lo único que hacía era pasar mi mirada sobre la suya sin emitir sonido alguno.

Tan Cerca Pero Tan LejosWhere stories live. Discover now