Sabíamos que era inevitable enfrentarnos a esto, pero nos gustó creer que tardaría en llegar y estaríamos preparados.

Mi papá de un paso adelante pero Piero coloca una mano en su hombro y se detiene.

-No toques a mi hija – gruñe entre dientes apenas perceptiblemente.

-Gianluca, me quieres decir ¿qué es todo esto? – Escucho a Leonora preguntar con ese tono que solo indica histeria - ¿qué ocurre con esta niña?-.

Yo la volteo a ver por primera vez, siento como si quisiera estrangularme con su mirada aunque todo su cuerpo mantenga la calma.

-La amo – responde Gianluca mirándome a los ojos y a todos se les viene el alma al suelo.

-¿Qué es eso de qué la amas? – gruñe Leonora.

-¡¿Alessandra?! – espeta mi papá exigiendo su explicación.

En un acto de valor tonto y extraordinario Gianluca y yo nos tomamos de la mano, hay un hueco en mi estómago muy grande que poco a poco se vuelve un nudo.

-Yo también lo amo – digo encarando a mi papá, me muero de miedo, pero no dejo que mi voz se quiebre en ningún momento.

Ellos niegan con la cabeza, nos miran con decepción y sin aprobarnos, yo me aferro a Gian sujetando su mano y sientiendolo a mi lado. No sé que vaya a ser de nosotros, no esperabamos que fuera así, pero ya no hay marcha atrás.

-Por favor, si esto es una broma, ¿no creen que ya fue suficiente? – nos dice Ercole apretando sus sienes.

Piero mira nuestras manos tomadas y nos indica con la vista que nos soltemos, al menos yo lo pillo. Hubiese sido prudente soltarlo, pero no soy lo suficientemente fuerte, su pequeño agarre me hace sentir segura y protegida aunque el miedo me devora como mi peor pesadilla.

Mi papá permanece tan quieto que comenzaba a preguntarme si realmente era consciente de lo real de la situación.

-Es tu profesor, Alessandra– la profunda voz de mi padre me dijo que ya comenzaba a entender todo – ¿ambos son consientes de lo que eso significa?-.

Vi a Leonora palidecer por completo, creo que todo está ocurriendo muy rápido como para procesarlo con calma.

-Tienes idea de las consecuencias que podrías sufrir, Gianluca.... - mi papá suena amenazante, no solo eso... lo está amenazando.

-¡Papá!-.

-Dime una cosa – nos dice Leonora - ¿realmente fuiste novia de Ernesto?-.

-No teníamos salida...-.

-Tú lo sabias, Ernesto – acusa su mamá – cómo pudiste consentir algo como esto, siempre te creí el más sensato...-.

Erny no interviene, solo agacha la vista.

A cómo están las cosas está haciendo lo más prudente. Después de todo puede que si sea el más sensato de todos.

-Creo que sera mejor que nos dejen a solas- dice Leonora con ese tono de histeria que últimamente la identifica

-Los esperamos afuera- responde Piero y toma de la mano a su esposa.

-Voy con ellos – dice Ignazio quien es el único que se ha mantenido al margen de cualquier comentario o gesto – entiendo cómo se sienten – le dice a nuestros padres – pero intenten mantener la calma. Vamos Erny-.

Ambos salen también y nos dejan a los cinco solos. El labio de Gianluca parece dejar de sangrar, pero la sangre que quedó allí no le da una apariencia muy sana.

Il Mio Professore / Gianluca Ginoble (Il Volo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora