La ayuda viene de quien menos esperas

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Capítulo 4

Al menos 2 semanas habían pasado desde la noticia, Naruto como Hokage había hecho que Sakura dejaste de salir a misiones y acortará su horario en el hospital, según el plan de Tsunade, así debía de ser para que nadie sospechase de su "mágico embarazo" Kakashi desde el primer día salió a buscar a Sasuke, aún no regresaba de su búsqueda, suponían que era por lo difícil de encontrar a un Uchiha, Tsunade junto con Shizune, leían, formulaban y trataban de evitar cualquier problema que Sakura pudiera tener respecto a su embarazo, no sabían lo que un Otsusuki podía causar en una ninja no nata de sangre del dicho clan, pero por lo que estimaban, las dolencias y los síntomas debían ser por mucho más peores que los de un embarazo normal.

Sakura había intentado mantener la calma desde que Tsunade le hablo de el plan que tenía para que todo eso se solucionara, pero no podía evitar sentirse mal por su suerte, lloraba por las noches tratando de preguntarse el por qué a ella. En definitiva, la estaba pasando muy mal.

Los demás, como Ino, Shikamaru y Sai guardaban discreción, no querían que la gente se enterase del embarazo de Sakura sin tener una buena excusa.

Justo por la noche, por la entrada de Konoha se encontraba entrando Kakashi, quien iba directamente a ver a Naruto, esquivando a las personas de al rededor, además de estar atento a cualquier indicio de que Sakura estuviera presente, no quería verla antes de hablar con Naruto.

Llego a la torre y toco la puerta, después pasó y se encontró a Naruto acomodando papeles con Shikamaru.

—Kakashi-sensei -dijo Naruto esperando respuesta

–Malas noticias, Naruto, no pude contactarme con Sasuke -dijo Kakashi mientras soltaba un suspiro

—¿Está seguro de que busco bien? -preguntó Naruto, comenzando a ponerse nervioso por el futuro de Sakura.

–Busque perfectamente, estuve de pueblo en pueblo por todo el país del fuego, pase a otros países como el país del rayo, pero no obtuve indicio de su paradero, incluso mis subordinados no sabían nada de él; Tuve que decirles que en cuanto le vieran, avisaran que necesito de su presencia, trate de no levantar sospechas, y todo recurrió con normalidad, pero no pude contactarlo.

-¿Están consientes de que tenemos que tener una solución en cuanto antes? -añadió Shikamaru

—Claro que lo sabemos, pero ahora ¿cómo llegaremos a Toneri sin ayuda del teme?

–Encontrare una solución, se los aseguro -concluyó Kakashi marchándose de la oficina

Caminaba mirando la luna, sabía que alguna vez fue Kaguya, la miraba buscando respuesta, por alguna razón, sus pies lo dirigían a la casa que Tenzo le había regalado a Sakura, miro su casa, expectante, no quería espantarla entrando por la ventana de su balcón, así que toco la puerta esperando respuesta, lo único que escucho fueron pequeños sollozos que provenían del balcón, decidió subir, de alguna manera, la situación los estaba poniendo tensos a todos, él no era la excepción, mucho menos Sakura, que a pesar de que había actuado fuerte con el pasar de los años, había vuelto a llorar con frecuencia como lo hacía en su niñez.

Entro, la vio llorando en el suelo abrazando sus rodillas, sollozaba lentamente, pareció darse cuenta de su presencia por qué paro por un momento de llorar, pero después volvió a hacerlo, la luz de la luna pegaba sobre sus pies, se acercó, mirándola atentamente, fijo su vista en unos extraños moretones sobre sus piernas; Preocupado se agachó hacia ella, queriendo tocar y corroborar si realmente eran moretones. Dudó si realmente era apropiado hacerlo, puesto que ella estaba muy sensible y el no quería asustarla.

—Sakura, ¿te encuentras bien? -le llamo esperando respuesta, pero vaya que la tuvo cuando su ex alumna se lanzó levemente a sus brazos buscando un hombro en el cual llorar, sollozaba más fuerte mientras apretaba a Kakashi contra su cuerpo, no quería quedarse sola. Kakashi, quien entendía la situación, también le abrazó con una mano y comenzó a acariciar el cabello de Sakura con la otra.

–Sakura, todo va a estar bien -dijo él tratando de consolarla, él era realmente malo para esas cosas, pero por una vez en su vida, deseaba no ser el y darle las mejores palabras de consuelo.

—¿Hay..infor..mación..de..Sasuke..kun?

Kakashi suspiró, no quería causarle más dolor y decepción a Sakura –Aún no Sakura, pero ten por seguro que encontraremos una solución -prometió el.

Sakura dejó de sollozar cuando el frío viento que entraba por el ventanal se hizo presente junto con una ligera llovizna, tembló de frío entre los brazos de Kakashi, quien lo noto al instante y se separó de ella un poco para intentar cargarla, la miro buscando aprobación, a lo que Sakura asintió levemente, el tomo de sus piernas para levantarla pero la respuesta de Sakura fue inesperada; Ella gimió de dolor. Fue entonces cuando Kakashi recordó los extraños moretones que se encontraban en sus piernas. El se limitó a dejarla suavemente en su cama mientras intentaba hacer las sabanas aún lado, cuando lo consiguió, miro a su ex alumna, ella también le miro, ya sabia a donde se dirigía esa mirada; a sus piernas. Las miro nuevamente viendo varios moretones rodearlas, acercó su mano hacia ellas con el afán de sentirlos, no quería ser brusco, más aún cuando sabía que le dolían, parecía como si cada parte de ella fuera a romperse con solo tocarla, así que lo hizo suave, casi como una leve caricia, toco cada uno de los moretones, contándolos: 9 en total.

A pesar de que Sakura se había calmado, el consideró prudente no preguntarle nada hasta el día siguiente, para dejarla descansar. La cobijo con las sabanas y no se fue de ahí hasta que la vio dormirse.

Cerró el ventanal tras de sí y con pasos rápidos se dirigía a pedir concejos a su mejor amigo: Obito.

Llegó y el frío viento lo recibió, pero no le importo, solo camino despacio a la lápida de su amigo. Acaricio el nombre sobre la fría piedra y leyó la inscripción:

"Los amigos son tan valiosos que no se pueden remplazar con nada.
Y también me han hecho recordar que para salvar aquellas amistades
hay ocaciones en las que tienes que deshacerte de algo"
—Rin Nohara

—Obito, sé que puedes ver la situación desde el más allá -dijo mientras acariciaba una vez más con soslayo la frase que su amiga y ex compañera había dicho y ahora está rememorada el la lápida de su amigo.

El frío viento lo acaricio, mientras movía su cabello al compás de las ráfagas al este. Por alguna extraña razón, la cicatriz de su ojo izquierdo comenzó a dolerle, inevitablemente recordó la falta de su ojo Sharingan, mirando con asombro la tumba de su amigo, mientras brillantes luciérnagas se posaban sobre alrededor de Kakashi, dejándolo todo claro.

—¿En verdad esto es lo que quieres? Obito -preguntó sorprendido, y para la sorpresa de Kakashi, una de las luciérnagas se posó sobre la frase en la lápida, haciéndola brillar con esplendor, se ubicó especiales sobre el fragmento "hay ocasiones en las que tienes que deshacerte de algo"

Sonrío con sinceridad mientras se inclinaba con respeto a su amigo.

—Muchas gracias por tu aporte, Obito.

"La hija de Kaguya"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora