Victorias y secuelas.

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Capítulo 1

Sakura se había estando sintiendo mal desde ya hace vario tiempo, sabía que sus malestares no eran normales, pero extrañamente empeoraron tras la batalla contra Toneri.

Ella era médico, sabía que nada de eso era normal, no después de sentirlos tras la victoria en la cuarta guerra shinobi, tras la derrota de Kaguya. Todo era bastante extraño, sus síntomas eran cada vez menos comunes y más frecuentes. Recuerda que estuvo desmayada un largo tiempo después de curar a Naruto y Sasuke, también recuerda que durante un lapso corto en la batalla, ella se desmayó después de que Kaguya la mirase, después no recordó nada.

Con Toneri, todo fue empeorando, apenas llevaban 2 meses de haber obtenido la Victoria, 2 meses en los cuales sus malestares empeoraban, se preguntaba el porque, pero nunca encontraba una concreta razón a lo que estaba pasando, se hacía revisiones médicas cuando sus malestares llegaban, y es que era bastante fastidioso tener que lidiar con fuertes dolores de cabeza, extraños mareos y el aún más extraño vomito matutino, a esto se le sumaban las horas de sueño que dormía de más, y es que no podía evitarlo, había veces en las que tenía unas irremediables ganas de dormir, lo había hecho ya 5 veces en el transcurso de esos 2 meses, 5 veces en las que su maestra la había regañado y revisado, pero no encontraban nada, su maestra Tsunade le aconsejaba el no desvelarse, puesto que ella pensaba que eso era producto de un "insomnio"

Recuerda cuando se había quedado dormida hasta las 12, las 12 de la tarde, cuando su turno en el hospital comenzaba a las 7, ¡Dios! Su shisou había ido personalmente hasta a su casa, había tocado tan fuerte la puerta que ella obviamente se había despertado, pero era tarde Tsunade había derrumbado su puerta, entrando a su habitación como loca, tomándola por el cuello de su pijama.

—¡No puedes desvelarte y faltar a tus obligaciones! -le gritó mientras la empujaba a la ducha

–Pero shisou, no me desvele, se lo juro

—Escúchalo bien Sakura, ¡dile a ese maldito Uchiha que si sigue haciendo que te desveles, voy a venir una de esas noches y lo voy a castrar para que aprendan los 2! -gritó Tsunade mientras la metía al agua fría y se marchaba.

Aún peor, a todo eso se le sumaba el gran apetito voraz que había estado teniendo por las mañanas y después de terminar su turno en el hospital, el pobre de su amigo Naruto muchas veces tenía que lidiar con todo el gasto por qué acordaban turnarse para pagar, ella pagaba los lunes, martes y sábados, y el pagaba los demás días, pero últimamente no parecía importar cuando pagaba el y cuando pagaba ella, él hambre le venía igual, hasta el hecho de comerse 7 a 9 tazones de ramen, su rubio amigo lloriqueaba y pagaba, recuerda haber tenido una plática con él en los primeros días en que su hambre voraz y casi insatisfecha había comenzado.

—¡Sakura-chan nunca te había visto comer tanto!

Sakura lo miró feo y terminó su sexto plato, pidió otro ante la mirada atónita de Naruto, quien tenía la boca bien abierta.

—Sakura-chan ¿Segura que estás bien?

–Naruto no seas idiota ni descortés, el que tenga hambre no significa que no esté bien

—Lo sé Sakura-chan, pero nunca te había visto comer tanto

–Naruto-baka deja de fijarte en lo que cómo y lo que no

"La hija de Kaguya"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora