Sonrisa (Fubuki x Goenji)

Reencuentro con hola o algo así

"Narrador"
Shiro Fubuki, hombre de 24 años, pelo color plata terminado en punta, entrenador de fútbol en la secundaria Hakuren y ex campeón mundial del encuentro de Fútbol Frontera Internacional (FFI)
Shuuya Goenji, hombre de 24 años, pelo color crema, largo y caído hasta más abajo de los hombros, tomado por un cole, doctor en el hospital general de Ohio y ex campeón mundial del encuentro de Fútbol Frontera Internacional (FFI)
Ambos viviendo sus días alejados y con una mínima conversación de días festivos pero aún así amándose infinitamente.
Fubuki no sabía que en ese día de entrenamiento su vida daría un giro de 180°

"Narra Fubuki"

Me encontraba de pie mirando a mis pequeños jugadores cuando sentí como alguien me abrazaba por la espalda y escondía su cabeza en mi cuello. Esa acción, esa calidez, la fuerza de ese abrazo la conocía perfectamente, me encantaba, me enamoraba. Sin necesidad de verlo supe que se trataba de mi amor juvenil, Shuuya Goenji. Mis ojos se llenaron de lágrimas y sus brazos me pegaron mas a su cuerpo, sus labios se posaron sin movimiento sobre mi cuello y un escalofrío se apoderó de mi espina dorsal. Después de tantos años volvía a sentir su respiración junto a la mía.

"Narrador"
Y por tercera vez las sensaciones de Goenji no se alejaban tanto de la realidad que vivía Fubuki.

"Narra Goenji"
Había terminado mi carrera universitaria. Profesión lista, salud perfecta, ¿Amor? Necesito ver a mi amado peli-plata para poder volver a respirar aire puro y sin contaminación de tristeza. Cabeza, deja de pensar cursilerias. 
Sin darme cuenta me encontraba con una maleta en la mano y un bolso en el hombro viendo la espalda de mi amor juvenil ¿Qué? no, el amor de mi vida. Solté la maleta, deje el bolso en el suelo y sin pensarlo dos veces lo abracé como solía hacerlo, luego de unos segundos en que ninguno de los dos realizó acción alguna comencé a hablar.
-Fui un completo idiota, creí que terminando contigo no lloraría tu partida pero me equivoqué. Ahora se que ni en miles de años te olvidaría y ni en una eternidad tu rostro se borraría de mi mente. Traté de vivir sin ti, rodeándome de fotos y cartas tuyas pero no pude, no era suficiente, te necesitaba, te necesito y te necesitaré por siempre junto a mi porque estoy realmente enamorado de ti, de tus expresiones, tu belleza, tu forma de hablar y como puedes cambiar mi animo en segundos, amo tu sonrisa y siento que la mayor felicidad no es nada comparado con un beso tuyo. Por favor, vuelve a aceptarme porque no volveré a cometer el error de dejarte ir-

Lo comencé a soltar lentamente y mi dulce chico se giró con sus ojos llenos de lágrimas y una gran sonrisa en el rostro, se abrazó de mi cuello y unió sus labios a los míos, fue un beso dulce y húmedo por las lágrimas de ambos. Cuando nos separamos lo tomé del rostro con ambas manos al mismo tiempo que el tocaba mi cabello con las suyas, tan frías y pequeñas.

"Narra Fubuki"

-Tu pelo está diferente, me gusta- sonreí tiernamente al verlo, sin notarlo toque su pelo y pase a acariciar su mejilla mientras miraba sus ojos fijamente, contemplando esa hermosa silueta. Me volvió a besar sin importarle la gente de al rededor, no era la primera vez que me besaba en público, al ganar el FFI nuestro beso en plena cancha fue intenso, pero eso ¿A quién le importaba? volvía a sentir esos suaves labios rozar con los míos, una cálida sensación.

"Narrador" 
Y así comenzó nuevamente su historia de amor. Goenji consiguió trabajo en Hokkaido y dentro de un año y medio comenzó a vivir con Fubuki, juntos arrendaron un departamento en el centro de la ciudad y adoptaron a un adorable gatito al cual nombraron Tsuya. Aunque algunas veces peleaban por la falta de tiempo del peli-crema o por la irresponsabilidad del peli-plata ambos vivían felices y amándose, sabiendo algo realmente importante...

"Narran Fubuki y Goenji"
Sabía que el sonreía al igual que yo.