La Batalla Final

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"Abraham"

Amanecía, todos estábamos ya en el prado de entrenamiento. Todos esperábamos a Saimon y su ejército de neonatos. Yo estaba en medio, junto a mi hermano, el pobre estaba nervioso, era mejor que lo estuviera nervioso ya que así correría más rápido la sangre por sus venas. Además de eso, Tony se había cortado un dedo y regado con su sangre el lugar.

-Volverás locos a los neonatos-. Le dije mientras trabajaba con tanto esmero en su esfuerzo por ayudar.

-Es la idea.- Dijo Tony.

Después de que el lugar estuvo impregnado del olor de la sangre de Tony, nos colocamos en fila: Tony estaba al medio, a su derecha estaba yo, a su izquierda estaba Luci. A mi lado estaba Thannya, Katysha, Garrett, Gaill, Loranna y Amadeo, su esposo. En el lado de Luci estaban Alice, Nicolás, Aroh, Safrina, su esposo Amun (un vampiro escudo), y su hermano Benjamín (un vampiro con el poder de influenciar los elementos).

-Vienen, vienen, vienen-. Musitó Garrett histérico. Él ya los había visto venir.

-Cálmate, Garrett-. Dijo Gaill.

-Lo sé, lo siento -. Dijo Garrett.

Aparecieron las filas desde el horizonte. Saimon iba en el medio, entre Caius y Luk. Junto a Caius iba Jane, con una expresión desolada, la cabeza gacha y el moño que recogía su cabello más apretado que nunca. Abraham le dirigió a Jane una significativa mirada, pero si ella la detectó, no dio el menor indicio.

Alec estaba radiante, llevaba las ropas de guerra que usaban los miembros de la guardia de Saimon, aunque Abraham estaba seguro de que nunca las había usado. Su cara no mostraba desolación como la de su madre, sino furia, furia contra Nicolás, furia contra Abraham.

Saimon miraba a Tony obviamente desconcertado, vestía las habituales ropas de guerra y llevaba un cinturón de oro que lo distinguía de los demás. Se movía siempre con la vista fija en Tony a quien Luci intentaba disfrazar poniéndose tan cerca de él cómo le era posible. Detrás de ellos iban al menos veinte neonatos.

El sol iluminaba el prado cuando estuvieron a diez metros de distancia un grupo del otro, entonces Nicolás avanzó unos pasos y habló.

-Saimon, hablemos como personas civilizadas. –Dijo en su tono más conciliador.- esto puede arreglarse sin la necesidad de una pelea,- agregó.

-palabras justas, Nicolás, pero están fuera de lugar considerando el batallón que has juntado contra nosotros.- Se burló Saimon.

-Nuestra intención nunca fue pelear-Dijo Nicolás

-El desertor está contigo, no quieras engañarnos.-Dijo Caius, mientras Saimon asentía.

-Abraham no es un desertor.-Dijo Nicolás.

-Si lo es.- dijo Alec a gritos.

Jane no decía nada, solo permanecía ahí, parada, sin siquiera mover un musculo. Su hermano esperaba que hablase pero ella no era tan tonta como para arriesgar todo lo que había planeado con Nicolás y su familia. No iba a permitir que su hermano les arrebatase la felicidad a esas personas. Los neonatos empezaban a revolverse, inquietos por el aroma que dejaba la sangre de Tony.

-Tus neonatos no podrán controlarse por más tiempo-Dijo Nicolás quien podía oir el frenético latir del corazón de Tony.

-Mis neonatos se descontrolaran y el humano morirá.- Dijo Saimon malévolamente.

-¡No te atrevas a tocar a mi hermano!- Gritó Abraham.

-Silencio, Abraham, el solo quiere provocarnos.- dijo Nicolás en tono pausado y sereno.

Yo Soy Un Vampiro CORRIGIENDO ERRORESWhere stories live. Discover now