Yo Soy Un Vampiro CORRIGIENDO ERRORES

Caceria II

Ya no veia la hora de cazar, queria sentir el delicioso sabor de la sangre en mi boca. Confiaba en que Nicolas nos acompañaría pero al oír la negativa que le daba a Aroh  pensé que algo iba mal, Nicolas nunca se negaba a cazar, eso era algo que amaba tanto como a su familia, o incluso mas.

Una ves estuvimos listos, una ces que Luci se despidiera de Tony, y que Alice escucho las instrucciones de Nicolas, nos pusimos en marchamos.

Alice iba a la cabeza, Luci y Aroh le pisaban los talones, y yo iba detras, eso me molestó y mucho.

-¿Por qué debo ir detras? - Le pregunté a Aeoh.

-Porque aun no sabes lo que haces y porque eres muy debil-Contesto Aroh en tono rapido y  monotono.

Yo bufe. Siempre see referían a mi de esa forma, el pequeño, el debil, el neonato

Eso me cabreaba, me cabreaba y mucho, no entendía porqué siempre era el inferior.

Debia admitirlo, sentir el aire en la cara miebtras corria a una velosidad muy elevada era o maximo.

Luci y Aroh se detuvieron en seco, contando el hilo de mis pensamientos.

-¿Qué pasa? -Pregunté.

-Mi madre ha detectado una presa facil para ti-Dijo Luci.

Me cabree, ¿Por qué una presa facil?¿Es quw ha caso no soy mas fuerte que ellos? No lo entendía.

-Abraham, ven aqui-Dijo Alice.

Yo me acerqué hacia ella hasta quedar frente a frente y Ella me giró para que quedara de espaldas a ella y dijo.

-Ahora cierra los ojos-Lp hice.

-inhala y dime que hueles-Continuó diciendo Alice.

Le hice caso, era un aroma dulzón, parecido al caramelo, mezclado con algo agrio. Era diferente a cualquiera aroma, era unico.

-¿Qué es eso? - Pregunté realmente interesado.

-Es un alse-Dijo Alice.

-¿Al este? - Pregunté.

-Si-Dijo Alice.

Un alse, deberia matar a un pobre alse, un alse que no le hizo daño a nadie, ¿eso estaria bien? ¿Seria asesinato? No lo creo. En ese momente Alice habló y dijo.

-Dejate llevar por tus instintos-.

-Intentaré hacerte caso- Le respondi.

-Si no lo haces no comes-Canturreo Alice.

-Vale-Dije

Instalé una ves mas para poder rastrear el aroma y sali disparado hacia el éste en busca de ese delicioso aroma. Llegué a  un claro donde hania  cuatro alses, dos estaban hechados en el suelo y lps otros dos bebiendo agua en la orilla del lago.

Me coloqué en posiciendo de ataque, detras de un aebol, listo para star y derribar una de esas bestias cauando otro aroma atrajo mi atención. No se comparaba con nada de nada, era increíblemente exquisito, tan irresistible que resultaba insoportable.

Cambie mi rumbo, corri hacia ese irresistible perfume, tan embragador, tan unico.

De pronto mis oidos escucharon otros pasos detras de mi, me seguian, el instinto me decía que debia proteger a mi presa, pero segui corriendo cada ves mas rápido. Los pasos me seguian, era mas de un vampiro y la necesidad de proteccion iba aumentando. Corri aun mas rapido, siguiendk el perfume de la sangre humana, pero los pasos que me seguian cada ves estaban mas y mas cerca, asi que me giré y note como un rugido salia desde el centro de mi pecho.

La consternación se hizo presente en mi cara al ver a quien me seguia, detras de mi estaban Alice, Luci y Aroh con las manos alzadas en señal de paz.

-Yo... Lo... Lo siento- Dije arrepentido.

-No hay problema, es normal que esto pase-Dijo Alice.

-Volvamos-Dijo Aroh.

-Esperad-Dije, habia captado otro aroma.

-¿Que sucede? - Preguntó Luci

-He olido algo mas-Le respondi.

-Es cierto, pero esa es una presa demaciado fuerye para ti-Dijo Alice.

-A la mierda-Dije y sali disparado hacia ese nuevo perfume.

Habia un tigre hechado wn   suelo junto a un  monton de hojas. Me puse en posición de ataque cuando Aroh, luci y Alice Aparecieron detras de mi.

-Quiza necesites ayuda-Dijo Aroh.

Yo sonreí y volví a la carga, el tigre se percató de mi presencia y se puso en alerta.

Yo salte hacia el y el tigre no pudo escapar. Despues de un poco de forsegeos y malas mordidas, consegui incarle los colmillos.

Luci y Aroh se me unieron para terminar de acabarlo. En cambio Alice se alejó un poco. Ella no estaba sedienta.

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Luci y Aroh reian a carcajadas, estabamos volviendo a casa, Alice no paraba de decirme que estaba asombrada por mi fuersa y mi control y yo saboreaba el sabor de la sangre del tigre.

De pronto Alice se puso en alerta.