Capítulo 2

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William West era un ladrón de corazón amable. En realidad lo que robaba no era más que lo que necesitaba. A veces hacía trabajos para otras personas. Más que nada para conseguir favores. Su mejor amiga, de la que había estado enamorado muchas veces le decía que corría muchos riesgos. Lo hacía, de hecho, pero era más que nada porque desde pequeño había estado relacionado con personas peligrosas.

Su madre no le había dado otra opción. Era peligroso, para todos, que ella tratará de satisfacer sus necesidades. Su madre vivía escondida porque era un peligro. Tal vez era por eso que odiaba tanto a la familia real. Ni siquiera eran parte del mismo cuento pero se creían en el poder de recluir a su madre en un hospital psiquiátrico. Suerte que ella había escapado antes de que la encontraran. Aunque William debía aceptar que su madre con poderes podía llegar a ser un problema.

Su teléfono vibro. Al ver el numero creyo saber que era su mejor amiga, la chica que le gustaba. Pero no, no era ella.

—Willy—era la voz de Elvira, la madre de su mejor amiga—dime que Apple está contigo.

—No, no está conmigo—conteste un poco preocupado.

—Esa mocosa—gruño la señora Queen—. Avísame si la encuentras.

Y colgó. No era raro que me llamara preguntando por su hija. Apple suele salir todas las mañanas a ver el amanecer pero muchas veces se sumerge en su propio mundo de fantasías que olvida su realidad. No pareciera la hija de la reina malvada. O de la descendiente de la reina malvada. Era una chica optimista, entusiasta, no buscaba la aventura sino el confort. Era bonita y delicada, no era alguien que pudiese ensuciarse las manos.

Había salido a robar y había terminado buscando a su mejor amiga que según su madre estaba perdida. Apple Queen era la chica de la que estaba enamorado, aunque por él, ella no movia nada. Era un poco triste saber eso, en especial porque Apple se veía como el tipo de chica por lo que él daría todo. Decidió ir por ella hasta la colina a la que siempre iba. No era momento de ponerse a pensar en cosas deprimentes.

La encontró dormida en el césped. Su rostro era muy lindo y se veía muy apacible. Deseo no tener que despertarla pero debía llevarla a su casa para que su madre estuviera bien. La zarandeo un momento hasta que despertó, o mejor dicho medio despertó porque mientras él le explicaba que hacían ya varias horas desde que había amanecido ella seguía medio dormida. La subió a un taxi carruaje para que le llevara a su casa esperando que el conductor no lo reconociera.

No lo hizo, en cambio ambos se montaron en el carruaje hacia la mansión demacrada en la que vivía su madre y su padre. Probablemente estuvieran peleando en ese momento. Apple no estaba en condiciones de enfrentar a su madre en una pelea. Así que Willy tomo un pequeño desvió hacia otro lado. La villa final del libro tenía los mejores cafés del reino. No estaba muy lejos y sin duda podía ir ahí a que se tomará un café o cualquier cosa que pudiera despertarla.

El cochero no estaba en sus mejores días. Pero debía de comer de alguna forma así que no tomo ninguna precaución mientras se acercaban a una parada. Estaba exhausto y un tanto enfadado. A pesar de que era ya medio día. Fue entonces que la tragedia sucedió.

Raven salió corriendo del café. Más que nada porque se encontraba extasiada de felicidad. El cochero no alcanzó a distinguirla hasta que ya era tarde. Apple reacciono por un segundo para pararse dentro del carruaje. El caballo relincho. Un casco golpeo su torso. El otro su cintura. El carruaje se volteo. Dio un par de vueltas en el aire. Y cayó de costado.

Dentro del carruaje Apple estaba inconsciente. Willy estaba solo un poco despistado. Las personas que presenciaron el accidente no sabían que hacer. En realidad, solo Daring se atrevió en ir a revisar a su hasta ese momento novia. Y no supo cómo terminaron ambos en una ambulancia.

Esa tarde, Sarah White llegaba al hospital repleta de angustia. Una llamada telefónica le habian informado que su hija tuvo un accidente y se encontraba muy grave. No sabia en realidad que tanto, pero el instinto de madre apremia cuando tu criatura esta en problemas. Llego barriéndose acompañada de su fiel esposo el rey.

Pero ella no había sido la única en ser notificada. A penas tuvo conocimiento, Willy huyo de la escena. Era un fugitivo al fin y al cabo, debía de pensar en que lo llevarían a la cárcel de verlo y lo inculparían por el accidente. Pero se quedo lo suficientemente cerca como para ver cuando la ambulancia llego. Antes incluso que Sarah, Elvira Queen supo del accidente.

Se vieron ahí. Era la primera vez que sus miradas se cruzaban desde que se desearon la muerte hace más de dieciséis años. En ese entonces, ambas se declararon el odio más grande del mundo. No era un secreto. Sarah estuvo a unos segundos de llamar a su guardia real para que la sacaran. Pero el doctor lo detuvo con terribles noticias.

—Esta mañana—comenzó a relatar—ingresaron dos víctimas de un accidente en carroza. No nos fue difícil identificar a la princesa Raven, pero la otra joven fue un completo desastre. Mientras las atendíamos la otra joven despertó y se encuentra en buenas condiciones.

En este punto, Elvira suspiro. Apple se encontraba bien.

—Sin embargo—continuo—la joven princesa fue inducida en un estado de coma debido a lo grave de sus lesiones.

Sarah se sintió morir ante la noticia. Su esposo, tuvo que mantenerse fuerte para no perder los estribos.

—Mientras hacíamos una trasfusión de sangre hubo algo que nos llamó la atención—en ese momento, el doctor se preparó para dar malas noticias—Raven presenta un nivel elevado de la célula mágica, inherente de nuestro mundo, además es hereditaria. Comenzamos a hacer una investigación y estamos 90% seguros de que Apple Queen y Raven White fueron cambiadas al nacer.

— ¿Qué?

—El tipo de célula específica que tiene Raven es particular de la familia Queen y ambas fueron las únicas niñas nacidas ese día.

Elvira y Sarah se observaron con espanto. Aquello era una mala película, una pésima broma. El tiempo pasó rápido mientras ambas mujeres se acercaban a cada chica. Sarah no lo podía creer, aquella muchachita rubia era en extremo parecida a ella. Con excepción del cabello rubio, no podía negar que era su hija.

Elvira se paró frente a la puerta de cuidados intensivos. En ese momento, completamente moreteada y con la vida en un suspiro, Raven no podía negar ser una Queen. Le dolía ver a su sangre así. Ambas mujeres se acercaron a aquella mujercita con la que compartían su sangre. Tomaron su mano mientras susurraban la misma frase

—Al fin y al cabo, la sangre es la sangre—y algunas lágrimas cayeron por sus mejillas.

El rey entro detrás de Sarah para verla tomar la mano de la chica rubia desconocida que había sido la causante de ese accidente de carroza. Según lo que había dicho la policía. La chica se parecía mucho más que Raven a Sarah. Y el rey pudo ver totalmente como era obvio el cambio.

—Creo que esto resuelve porque Raven tiene poderes y nosotros no—comento el rey.

— ¿Qué vamos a hacer ahora?—dijo Sarah con dolor— ¿Cómo vamos a decirle esto a Raven? ¿A nuestra hija?

—Ya encontraremos la forma cariño—contesto el rey.

En su rostro se notaba una mueca de culpa extraña.

— ¿Cómo pudieron equivocarse de manera tan grosera?—pregunto la reina abrazando a su esposo.


Cambiadas al nacer ||EAH||Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz