You & I. [Special.]

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[Bien, llegamos más rápido de lo esperado. CRUEL y el Capitolio patrocinan esto (?)]

Vio por milésima vez la pantalla de su celular, no sabía que hacer ¿Contestarle el mensaje? ¿Ignorarlo toda su vida? No lo sabía, aunque tenía cierta curiosidad, siempre que estaba con él la curiosidad lo invadía.

Suspiró, no había que hacer, nunca podría ignorarlo después de todo. Desbloqueó su celular y entró al mensaje.

[Jefe: ¿Puedo llamarte?
Enviado a las 11:05 pm
✔✔ Visto a las 11:07 pm
Adrien: Si no me vas a decir que debí de haber terminado mi trabajo, bien.
Enviado a las 11:08 pm
✔✔ Visto a las 11:09 pm
Jefe está escribiendo...
Jefe: Bien.
Enviado a las 11:11 pm
✔✔ Visto a las 11:11 pm]

Suspiró nuevamente con pesadez, se sentó en la banca de la parada de autobuses aún con celular en mano, esperándose que su jefe le llamara. Y que llegara por él.

En menos de dos minutos su celular comenzó a sonar con ese tono de llamada tan significativo, rápidamente contestó, a él no le gustaba que tardaran en responderle.

-¿Dónde éstas?-Preguntó sin rodeos desde el otro lado de la linea.
-¡Oh, hola, me da gusto poder hablarte de nuevo! ¿Que como he estado? Muy bien, gracias por preguntar. -Respondió con cierto fastidio. Desde el otro lado se escuchó una risita.
-Perdón. -Hizo una pausa.-Hola, ¿Cómo has estado, Adrien?
-Bien, gracias por preguntar, y estoy en la parada de autobuses frente a mi departamento.
-Bien, estaré ahí en unos momentos, y ¿Qué te gustaría hoy?-Dijo con voz provocativa, Adrien entendió rápidamente.
-Lo de siempre.

Y sin siquiera decir un "Nos vemos en unos minutos" o un "Te amo" colgó, eso le dolía, que solo era por hacer lo que hacían. No por otra cosa.

Pero no podía negar que le gustaba, era como tan solo ver con los labios y la lengua.

Minutos después frente a él se estacionó un Mercedes Bens AMG Gran Turismo color plateado, de él bajo un hombre de al menos veinticinco años, de cabellos color escarlata cubriendo un poco su ojo derecho de color cían, él tenía una mirada penetrante. Vestía un abrigo grisáceo arriba de un camisa de botones blanca fajada y unos pantalones negros, usaba zapatos negros.

En sus manos traía otro abrigo, él siempre sabía que cuando lo iba a ver no le importaba enfermarse.

Se acercó a Adrien.-¿Por qué no traes algo que te cubra? Sabes que en estas épocas hace mucho frío en París. -Le regañó.
-Lo sé, prometo que no volverá a pasar, jefe.-Adrien le dedicó una sonrisa.
-También te he dicho que me llames por mi nombre cuando estamos solos, Adrien. -Negó, sonrió y le entregó el abrigo.-Pontelo rápido, no queremos que agarres un resfriado.
-Está bien, Nathaniel. -Tomó el abrigo y se lo puso rápidamente.

Fundashi En Entrenamiento.Where stories live. Discover now