Anhelo

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He will try to take away my pain

And he just might make me smile

But the whole time I'm wishin' he was you instead.

Haunted; Taylor Swift.

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¿Por qué mentir?

Las palabras aún resuenan en la cabeza de Emma. Han pasado ya seis semanas (un maldito mes) desde que todo ocurrió, desde que desenmascaró al asesino de sus padres, desde que Mark se unió al Instituto como un Blackthorn y no como una moneda de cambio. Si hace la cuenta, además de eso han pasado tres semanas desde que le anunció a toda la familia Blackthorn (y de paso a Cristina y Diego) que ella y Mark habían empezado una relación amorosa.

Tres semanas desde que le rompió el corazón a Julián (Jules, Julián, su parabatai, su mejor amigo, la persona que más ama en el mundo).

Aún puede recordar la expresión de sus rostros cuando se lo explicó a todos, con Mark a su espalda y su mano derecha siendo rozada por los dedos del medio hada. Ty les miró curioso mas no dijo nada, Livvy y Dru parecieron tan emocionadas con la idea que a Emma se le retorcieron las entrañas al pensar en la mentira tan gorda que les estaba contando, Tiberius aún era, es, demasiado joven para entenderlo del todo por lo que simplemente se dejó llevar por la emoción del ambiente. Cristina la abrazó con fuerza, Diego el Perfecto simplemente los felicitó y Kit... bueno... él simplemente pasaba del tema.

Pero a Emma no se le olvidaría jamás la expresión que por un momento alcanzó a ver dibujada en la cara de Jules.

Apenas fue un segundo (porque Julián era Julián y estaba ya acostumbrado a formar máscaras para ocultar su verdadero estado de ánimo) pero fue suficiente para que Emma se sintiera como la mayor cucaracha del universo. Pero era por su bien. Por el bien de ambos. Era mejor ser una cucaracha que convertir a la persona que amas en un monstruo. Era mejor ser una cucaracha que destruir todo lo que amaba.

—¿Estás segura de esto? —la pregunta de Mark la saca de sus recuerdos a patadas a pesar de la gentileza de su voz. Emma suspira y le mira. Le mira fijamente y piensa en todo lo que ha sucedido en esas seis semanas que prácticamente se ha pasado pegada al mayor de los hermanos Blackthorn. En realidad, si lo piensa detenidamente no ha sido algo tan malo o desagradable (dejando de lado el tema del corazón roto y de los intentos de Jules por recuperarla) pero ha sido difícil, terriblemente difícil y está tan cansada que no puede hacer otra cosa más que dejarse caer en la cama.

—Llevamos tres semanas juntos oficialmente —le dice a Mark en un susurro—. Si no ven... si no creen que dormimos juntos empezaran a sospechar. Por si no te has dado cuenta tenemos a Dru y Livvy espiándonos la mitad del tiempo.

Mark asiente ante su observación. No la toma por loca porque él también se ha dado cuenta de ello.

—En realidad —Mark duda. Se sienta en la cama en la que Emma está tumbada boca abajo (con el pelo suelto, una cascada de oro sobre la almohada, sobre su espalda)—. Livvy vino a hablar conmigo. Quería asegurarse de que estaba enamorado de ti y de que no te hería bajo ningún concepto —Emma resopla. Jamás, en la vida, imaginó que aquella idea que había tenido pondría a la familia de patas arriba—. Están emocionados ante la idea de que estemos tan enamorados que al final nos casemos y seas parte de la familia de manera oficial, Emma —le dice con una suavidad que Emma no le pide, que Emma no quiere.

Porque cuando Mark es dulce, gentil, bueno y comprensivo Emma no puede evitar pensar que podría haberse enamorado de él, que le gustaría enamorarse de él. En momentos como ese Emma no puede evitar sentirse como si tuviera doce años de nuevo y Mark fuera algo más que el hermano de su mejor amigo, algo brillante y dorado que le hace sentir mariposas en el estómago.

AnheloWhere stories live. Discover now