Oh, Daisy

LXXVIII.

Faltaba tan poco para que nos fuéramos lejos de aquí.

Había pensado en vivir cerca de la playa ya que amabas el mar.

Un lugar donde nadie nos encontraría, pero que viviríamos muy felices juntos.

Hasta había pensado en tener hijos.

¿Te lo imaginas? Un hermoso bebé que se pareciera a ti.

Yo nunca me imaginé tomando el papel de padre, aunque podría intentarlo.

Intentaría ser el mejor padre y esposo.

Un mejor hombre, una mejor persona.

Cambiaría... Por supuesto que sí. Lo haría por ti, dulzura.

Quería cambiar.

Reprimiría todos esos impulsos, acabaría con las voces en mi cabeza y te pediría perdón de rodillas por todo el daño que te hice.

Me siento tan, tan arrepentido por lo que te hice.

Sólo espero que me hayas perdonado.

Pienso que sí lo hiciste... Tú me amas.

Cuando amas a una persona, la perdonas.

Y yo te perdoné. Por absolutamente todo.

Te amo tanto... Como nadie nunca lo hará jamás.

Soy tuyo y te pertenezco.

Todo este amor es tuyo.

Espero que nunca me falles ni me traiciones ni me mientas.

O te arrepentirás toda la vida de haberlo hecho.

Créeme.

Oh, Daisy...

Por ti estaba dispuesto a dejarlo todo.