LXIV.

2.7K 334 56
                                    

Tú misma te habías ganado tu castigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tú misma te habías ganado tu castigo.

No pensaba hacerlo, pero me provocaste.

Rompiste las reglas.

Intentaste escapar de mí, querías irte de mi lado y en ningún momento me preguntaste si quería irme contigo.

Hiciste lo mismo que todos ellos hicieron a mí.

Debería ponerte de rodillas para que pidas perdón.

Pero decidí que unos latigazos serían mucho mejor.

Así que tomé un látigo, desnudé tu hermoso y ahora lastimado cuerpo, y puse tus manos atadas hacia arriba, casi colgando del suelo.

Te obligué a que contaras cada latigazo.

En total fueron unos cuarenta latigazos.

Yo estaba realmente sorprendido de que resistieras tanto.

Oh, Daisy...

¿Por qué o quién aún te mantenías de pie?

Oh, DaisyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora