No lo sé...

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Aún no me acostaba cuando sonó el teléfono de casa, me levanté a contestar y caí por las escaleras. Típico de mí, la chica con mala suerte. Cuando logré llegar al teléfono, cortaron, linda manera de terminar el día, ya nada podía ser más raro. Me fuí a la habitación y llegó a mi mente la cara triste de la chica que vi en el parque. No quería herir sus sentimientos pero tampoco quería ilusionarla. Me acosté pero no podía dormir, habían tantas cosas en mi cabeza como para lograr el sueño. Puse música y me logré dormir.

- Hija levántate-. Escuché una voz a lo lejos. - No vayas a llegar tarde-.

- Estoy despierta-. Dije con la voz de dormida, era obvio que no me creería. Vi la hora, menos mal que estaba a tiempo para llegar.

- ¡Mamá quiero café!-. Dije gritándole desde mi habitación. - ¡Y con leche!-.

- Bueno hija pero vístete rápido-. Terminando de poner tazas y cosas que sonaban por ahí.

Hoy vería a esa chica y no se me ocurría como no romperle el corazón, pero si sabía algo, no le diría nada aún. Le diré que me de un día. No, tres días, si mejor tres días, así pensaré bien que le diría. Pero, ¿y que le diré a él? Algún día deberá saber que me gusta, pero no se como decírselo, nunca me he confesado. Además creo que tiene novia pero, me gusta él de hace años. Él era un vecino mío y compañeros de clase desde pequeños, y por casualidad nos cambiamos al mismo colegio. Cada día que lo veía me gustaba más pero nunca he sido capaz de decirle lo que siento. Ya estábamos en tercero medio y no sabía que hacer, como decirle y él que diría.

- Hija ven a tomar el desayuno, mira la hora-. dijo mirando su reloj de muñeca.

- Ay, ¡no!, mamá tendré que tragarme el desayuno-. Dije muy molesta. Para mí el desayuno es una de las comidas mas sagradas del día.

Me fuí de casa y por la casualidad iba delante mío el. Pero la verdad no le di importancia y seguí camino al colegio. Empezaron las clases aburridas como siempre, pero ella no dejaba de mirarme. Y yo no podía dejar de mirarlo a él. Ella se me acercó al recreo y me comenzó a hablar.

- ¿Cuál es tu respuesta?-. Dijo seriamente. No sabía que decirle la verdad. Pero me armé de valor.

- E-eh... Tu eres muy simpática y todo, pero las mujeres no son mi atracción, no me gustan y no tengo nada contra ti, es solo que alguien ya ocupa mi corazón-. Dije sintiéndome mal e incómoda.

- Ah, ya veo, te gusta él ¿cierto?-. Dijo apuntando a un chico en uno de los rincones de la sala. - Lo miraste todo el tiempo-. Soltó una risita.

- N-no, ¿como crees?, el es demasiado para mí, además no sabe ni que existo-. Dije decaída. Le dije la verdad, no puedo mentirle a ella.

- Pero ¿porqué no vas y le dices? Solo así sabrás su respuesta-. Dijo sonriendo.

- No que va, voy al baño, permiso-. Le dije eso para quitármela de encima y que no me preguntara nada mas.

- Te acompaño-. Dijo acelerando su paso hasta llegar a mí.

- Que fastidio-. Dije murmurando. No soporto cuando son insistentes, y menos una chica como ella.

La verdad no quería ir al baño pero entré igual, saqué mi móvil y vi las redes sociales, esperé un tiempo y salí del baño. Ella aún estaba ahí, que fastidiosa. Solo quería estar sola e irme a casa. Sonó el timbre y baje a la sala.

- ¡Alfín!-. Era la hora de almuerzo y alfín podía estar en mi casa.

Llegué y comí fideos a la boloñesa*. Yo ya quería dormir pero mamá insistió en que fuera a comprar el pan. No se que sucede hoy con encontrarme con este chico, me mata cada vez que lo veo, es muy lindo, pero jamás se fijará en mi. Quiero comenzar a hablarle pero no sé como. Llegué a casa y me preparé té con pan y jamón y queso. Estaba delicioso, quedé llenísima y me puse pijama, me acosté y vi mi móvil para revisar las redes sociales y me quedé dormida con el en la mano. Desperté al día siguiente, pero realmente sentí que no había logrado dormir nada. Me sentía muy cansada, pero fuí al colegio de igual manera. Ella no asistió, por lo que creí que estaba enferma, él en cambio, estaba ahí, más risueño que nunca, con su linda sonrisa que mata al que lo mira, su cabello castaño claro, sus ojos cafés y su lindo tono de piel, todo era armonioso en él. Llegó la hora del almuerzo, llegué a casa, luego revisé mis redes sociales, aunque tampoco era muy solicitada, me gustaba ver las cosas que publicaban. Viendo publicaciones me di cuenta que él tenia novia; sentí como se rompía algo dentro de mí, como que algo desaparecía, las ganas de llorar me ivadían junto con la angustia, pero pensé: "si él es feliz, yo también debería estarlo".
- Hija vamos a salir en la tarde-. Dijo mamá desde abajo.

- No olvides llevar abrigo-.

- Bueno mamá-. Dije confundida. No se para que quería que llevara abrigo, si aún no hace frió.

Puede que sea porque llegaremos tarde, de todas formas es viernes así que no me preocupo. En mi mochila puse un cuaderno de dibujo, un lápiz, goma, cargador portátil y mi cámara. Algo logró interrumpir mis pensamientos... Era una canción, pero no se porqué me llamaba la atención. Escuchándola, me di cuenta que hablaba de lo mismo que sentí al ver que él era feliz sin mí.

- Hija ya vamos-. Dijo mi mamá a los pies de la escalera.

- ¡Ya voy!-. Dije pensativa.

Me enfoqué en tomar la mochila y el abrigo, no podía dejar de pensar en aquella foto.
Algo que me dejó un poco mal de esta, fué que al revisar otras publicaciones de él, me di cuenta que ella era mi amiga. Me subí al auto y puse en los asientos de atrás el abrigo y la mochila.
Mis pensamientos volvieron a ser interrumpidos, esta vez por mamá.

- Hija, hoy iremos a un lugar distinto-. Dijo mientras ponía sus manos en el volante.

- ¿A dónde iremos?-. Dije con la mano apoyada en mi mentón, mientras miraba el cielo.

- Lo verás cuando lleguemos-. Dijo contenta.

- Ok-. Dije pensativa.

A veces siento que nada puede ser lindo, nada puede ser perfecto. Tengo serias dudas acerca de mis ganas de vivir, o sea, no quiero suicidarme, pero si pasara un camión y yo voy cruzando, no me apuraría para que me golpee, y así morir.

- Llegamos-. Dijo mamá. Estaba estacionando el auto cuando me dí cuenta.

- ¿Dónde estamos?-. Dije confundida.
Todo iba bien, pero de repente se acercó un chico a darnos la bienvenida.

- Que fastidio-. Dije entre dientes. Puse cara de puchero, para tiempo después sacar mi móvil.

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*Los fideos a la boloñesa es mi comida favorita (dato random)
#LaChicaOnDuty ha vuelto :3
Ahora de verdad seguiré con esta historia, estuve inactiva por motivos de salud, gracias a la gente que la ha leído y ha votado por ella.

La historia de ella...Where stories live. Discover now