Visita inesperada

32 1 2
                                    

El sonido de la puerta tocándose cada vez se escucha más fuerte, no tenía planeado abrir, pero estaba empezando a desesperarme, era muy insistente. Me paro de la cama y el sol entra por la ventana de una forma de escena de película. Me siento como si fuera una leyenda, y no un triste hombre sin vida que come palomitas de maíz todos los días, sin expectativa a nada más. 

Llego a la sala, y mi puerta ya casi esta caída de tanto golpe que ha recibido. Siguen tocando y eso me esta empezando a molestar, aun más, así que grito.

-¡¿Quién demonios está tocando la maldita puerta?!-tratando de hacer sonoro mi descontento.

Nadie contesta, y en vez de eso, tocan aún más fuerte la puerta. Estoy harto, voy hacia la puerta. La abro de un jalón, muy brusco, gritando mil y un barbaridades, pero me detengo a penas me fijo bien quién toca. Quedo totalmente paralítico, no me sé mover, no puedo hacerlo, quiero decir una palabra, de hecho quiero decir miles de palabras, tantas y todas al mismo tiempo que no me sale nada, mi boca no se mueve, no produce ningún sonido. Es todo tan, tan... increíble. 

-... John...- No suelto ni una otra palabra más. No puedo.

-...¡¡¡¡Ey!!!!, ¡Mike!, ¿cómo estás, viejo amigo?- parece muy, muy entusiasmado, muy feliz, contento. ¿Será porque me volvió a ver?

-...Eh... John...- digo la misma palabra, me siento ridículo. Demasiado.

No me la podía creer, era John, John, el topo... el que me abandonó sin razón, ni motivo aparente, mi... mi, mi viejo amigo. Lo veía un poco distinto, pero nunca desconocido, jamás desconocería a alguien tan importante para mí como él. Había crecido, mucho, ya no lo veía como un topo enano, más bien, como... un topo enorme. Bueno, juraría que ya alcanza el metro de estatura. Me sorprendió bastante eso. Estaba bien fornido, muy bien de hecho. Se veía intimidante, a pesar de ser un topo.

-¿Qué pasa?, ¿tengo algo en los dientes?- Dice, bromeando, o al menos eso creo.

Al menos ahora estoy seguro que su forma de ser no ha cambiado nada, en lo absoluto. Me agrada que se haya mantenido en ese aspecto.

-¡Wow!... o sea... ¡wow!, es... e... es... ¡wow!- no tengo algo más que decir, sólo; wow...
-¿Me echaste de menos?, espero que sí de verdad. Porque yo a ti sí un montonazo eh. Tuve que aprender a hacerme un cereal yo solo, ¿y sabes lo difícil que fue para mí? Nunca me había adaptado de tal forma, con decirte que ya hasta puedo hacer un café con leche. Eso me costó un tiempo, más con el tema del azúcar, y el agu...
-¡John!-Le interrumpo de inmediato, ahora mismo sólo quiero saber a dónde fue, porqué y si me dijo que no volvería, ¿por qué lo hizo? Tengo muchísimas dudas, pero dudo que me conteste todas. O siquiera una de ellas.- estoy muy MUY confundido, por favor, ahora es mi hora de hablar. Tengo muchísimas dudas y sólo tú puedes contestarme éstas. Así que por favor, dale seriedad a esto.-traté de sonar lo más tolerante posible, no quería que se notara mis ganas de explotar por todas las dudas en sí que tengo. Y no espero si quiera una respuesta oral de John, él sólo asiente con la cabeza. Seguro se quiere reír como nunca en su vida, debo verme ridículo.-De acuerdo, primeramente, dime, ¿a dónde demonios te has metido?-lo digo casi gritando, ya no puedo esperar mucho más por respuestas.
-¿Acaso no leíste mi cartita? Procuré ponerla en un lugar visible a simple vista. Oye, no me salgas con eso, le metí dedicación a esa carta, le metí feeling, como para que vengas tú y me digas que no la leíste. ¡No lo pued...
-¡John!, necesito que me cuentes, ¿qué está pasando?, ¿a dónde fuiste y por qué?, ¿por qué me abandonaste?, ¿qué hiciste?, has cambiado, cuéntame, ¿qué fue de ti?, tengo tantas preguntas, y tú sales con tus tonterías de chico pequeño, ¡vamos! habla, yo solo quiero, solo quiero... quiero respuestas, ¡AHORA!- me empiezo a desesperar, tanto que no puedo tomar aire, así que me detengo, paro de hablar (aunque sinceramente cabría mejor la palabra de gritar, le había elevado demasiado la voz, tal vez por eso me cansé tan rápido), espero un poco de tiempo, y cuando pensaba en decir algo, noto que él empezará a hablar, y guardo silencio de nuevo, subiendo mis expectativas al máximo, para no mostrar una cara de alguien sorprendido a la hora de su respuesta, no quiero que sea vea mi sensibilidad. Quiero mostrarme rudo, que piense que estoy molesto por haberme dejado, por haberme abandonado sin razón aparente; aunque ni yo me creería eso, realmente le echaba de menos... empieza a hablar.

-Verás, Mike... esto, no sé cómo explicarlo, ni cómo decirlo, digamos que... buah, será una larga historia...

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 17, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

2525Where stories live. Discover now