CAPITULO 8

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Joshua esperaba impaciente el regreso de su esposo, se había quedado toda la tarde en su casa esperando por él, había rechazado la oferta de sus amigos de ir a ver el fútbol solo para ver llegar a Jeonghan, las imágenes y pensamientos de Jeonghan con alguien más no se iban, y él solo quería ver que Jeonghan no le diera la espalda y continuara con su vida sin él, sentía la necesidad irracional de encerrar a Jeonghan solo para él, para que no se fuera con alguien más, quería arrancarle las alas al precioso chico ángel, porque para Joshua, Jeonghan era un ángel tan bondadoso e ingenuamente necesitado de amor que cualquier persona que se lo ofreciera sanamente lo aceptaría.

(***)

6:00 pm esa era la hora en la que Jeonghan había llegado a su casa acompañado de otro chico, Joshua al escuchar pasos llegar hasta la puerta de su casa se había escondido en la ventana que daba a la entrada principal, había visto al acompañante de Jeonghan -con que ese es el tal Mingyu... no está nada mal... se ven bien juntos... no pero qué estoy pensando- eso fue lo que pasó por su cabeza en esos instantes en los que ambos conversaban y sonreían animadamente, como si fueran amigos de años, los celos no aceptados de Joshua salieron, su ángel pocas veces le mostraba esa linda sonrisa que le estaba dando a aquel chico despreocupadamente y luego lo que vio termino por hacer brotar a ese ser irracional.

(***)

Luego de unos momentos en que los chicos estaban hablando en la entrada del hogar del pelilargo, Mingyu se acercó a Jeonghan y le posó una mano en la mejilla, Jeonghan no sabía qué hacer, sabía lo que venía después de una cita, pero no pensó que eso también se aplicara en una salida de dos chicos -esto... ¿qué está pasando?- fue lo qué pensaba Jeonghan mientras veía el rostro del otro chico acercándose al suyo lentamente, los labios tan bonitos de Mingyu le atrajeron bastante -yo... no creo que esto esté mal después de todo... además... no es como si a mi esposo le importara- cuándo Jeonghan sintió la ya conocida presión en sus labios, cerró los ojos y se dejó llevar -los labios de Mingyu son suaves, cálidos y tienen un sabor dulce, es como estar besando la almohadillas de las patitas de un gato- es lo que pasó por su cabeza unos segundos antes de que Joshua abriera la puerta y jalara el brazo de Jeonghan arrastrándolo dentro de la casa cerrando la puerta de un portazo en la cara de un Mingyu que estaba a punto de protestar.

Jeonghan al sentir la mano de su esposo en su brazo se había sobresaltado y había regresado a la realidad -¿¡p...pero qué demonios he hecho...!? Ay no... Joshua debe estar sumamente molesto conmigo...- pensaba Jeonghan, miro a su esposo, este se mantenía callado y mirándolo duramente.

"Yo... lo siento..." fue lo que dijo después de que el silencio sepulcral de la habitación no se rompía, Joshua seguía sin decir nada, solo se mantenía viendo a Jeonghan – es tan jodidamente lindo con esa cara de arrepentimiento – pensó – pero qué diablos estoy pensando, él... él se besó con ese chico poste y está casado conmigo – los pensamientos de Joshua se detuvieron un instante y luego de meditarlo por varios segundos actuó impulsivamente por segunda vez. 

El agarre que mantenía en el brazo de Jeonghan no se había roto, así que usando eso como un impulso jaló al chico más cerca de su cuerpo y pasó un brazo por su cintura, manteniendo un agarre firme, con la mano libre acarició el rostro de Jeonghan suavemente y pasó un mechón de cabello por detrás de su oreja, delineo cada detalle perdiéndose en la hermosura del chico, miró en los ojos color avellana, mientras se sostenían la mirada, Joshua vio el fuego, un gran infierno tras esos ojos color avellana y no pudo apartarse de esos ojos, se había perdido por completo, los labios del ángel se veían tentadores y él estaría complacido de caer en el infierno solo por devorarlos como quería, quería tomar todo lo que pudiera del frágil chico que tenía entre sus brazos, quería romperlo y no dejar que se fuera, quería encerrarlo en una caja de cristal y contemplar todo lo que pudiera, atraparlo entre sus redes y jamás nadie se lo quitaría... lo que no sabía era que aquel chico ya había caído en sus redes sin que lo notara hace mucho tiempo y lo peor, o lo mejor, como quieran tomarlo, era que no quería hacer nada para liberarse de ellas...



Decepción de amor -JiHan-Where stories live. Discover now