Capítulo 25: Una verdad

Comenzar desde el principio
                                    

Piensa Amelia, Piensa.

—Sí, me envió como tu traductora y para revisar los documentos como su representante ya que no podrá asistir.

—¿Traductora? Bueno ya tengo una, sólo habla ruso y francés por eso no te contestó supongo, ¿Raúl no asistirá? ¿Segura?

— Sí... Segura.

— Bueno... — suspiró mirándome de pies a cabeza y luego fijo sus ojos en mis labios mientras sonreía — creó que está bien.

Entró a su cuarto dejandome sola en el pasillo de hotel, suspire aliviada.

—¿Qué paso después? — interrogue desperada.

—Ay Yuliza... — dijo Amelia Suspirando — después de los documento y las juntas George me invitó a cenar y me dijo que sabía que mentía porque le había preguntado a Raúl y él se había desconcertado a pesar de que lo afirmó supo que mi hermano también mentía, me sentí fatal luego me llevo a mi habitación de hotel y ahí me beso, me confesó que me quería, siempre me había querido sólo que era una Wilson y que él sólo un empleados que trabaja para mi familia, que tal vez mi padre sólo lo vería como un caza fortunas, pero ahora era alguien, y él podía darme una vida como la que estoy acostumbrada. ¡Dios fue tan hermoso!

—Me alegra que todo haya salido bien. — comenté.

—También a mí, luego me llamo Raúl y me contó lo que había pasado... — susurro apenas, mientras me tomaba la mano — Luego tome el primer vuelo para verte.

—Lamento mucho haber terminado con tus vacaciones.

—Tú y mis sobrinos son lo más importante — me sonrió — tú eres mi mejor amiga y ahora mi hermana

—Gracias Amelia. Oye ¿En dónde está Alicia?

—No te preocupes yo apenas regresé le pregunte a tu amigo el doctor, estaba aquí en la guardería, la saqué por cierto, llamé a tu amiga Mer ella la esta cuidando en mi departamento.

—Otra vez mil gracias.

Amelia y yo platicamos un poco más hasta que un golpe en la puerta nos interrumpió.

— Hola Yuliza — me miró con melancolía desde la puerta — ¿puedo pasar?.

—Yo me voy — informo mi amiga con una sonrisa —Iré con Alicia y luego la llevaré con mi abuelo — dijo mientras se despedía de mí con un beso.

—Claro, saludamelo por favor.

—Seguro Yuls — caminó hacía la puerta, parándose alado de el doctor que la miraba a penas. — Mauricio — saludo mientras pasaba.

—Amelia — contestó éste mirándola de reojo.

Apenas ella su hubo ido, cerro la puerta detrás de él y se acercó a mi lado tomándome la mano entre las suyas.

—Oh Yuliza, pensé... yo pensé que... Cuando te vi entrar en esa camilla llena de sangre...

—Hey, estoy bien, es lo que importa — dije tomando con firmeza su mano.

—Es lo único que importa — me corrigió, me dedicó una sonrisa mientras besaba mi mano.

—Ya me quiero ir, ya no quiero estar aquí.

—mañana te darán de alta.

—¿De verdad? Me alegra escucharlo.

—A mí no tanto. — suspiro.

***

Pov. Raúl.

Manejaba distraído sin darme cuenta hacía a dónde iba, hasta que estaba cerca de la casa de mi abuelo. Me estacioné y camine en busca del despacho de mi padre.

Compromiso a la fuerza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora