El inicio

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Disclaimer: Naruto ni ninguno de sus personajes me pertenecen, son de su creador Masashi Kishimoto, yo solo los utilizo para mi entretenimiento.

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La actual sociedad sigue el patrón convencional de dominancia y sumisión, el Alfa es el líder nato de los clanes, ocupando en su mayoría cargos dignos a su capacidad de liderazgo. Sin embargo, lo verdaderamente atrayente de los Alfas es su inigualable atractivo, poderosa complexión física e inteligencia para con el resto de las nombradas categorías del régimen. Ellos solo se preocupan por el bienestar y prevalencia continua de los clanes, pero esto solo es posible, mediante la unión con un Omega, seres sumisos por naturaleza, dispuestos a complacer a sus parejas en lo que se les pidiesen.

Los Omegas se caracterizan por su delicadeza y belleza llamativa para con el resto de la jerarquía. Poseen la insólita capacidad de concebir ya sea del género masculino o femenino, pero por desgracia, se les trata como seres inferiores que deben cumplir con la obligación de llevar en su vientre la descendencia de los Alfas. Se les prohíbe trabajar y ser libres como cualquier otro miembro. Además, de privarles los derechos de ocupar cargos importantes por su condición, únicamente pueden dedicarse a las tareas domésticas del hogar o en algunos casos especiales, laborar en ciertas asignaciones de menor rango, autorizadas por el propio Consejo.

En medio de la subordinación se encuentran los Betas, éstos permanecen en el centro del escalón. No son más que los Alfas, ni tampoco menos que los Omegas, se les consideran personas normales que tienen la imperiosa necesidad de proteger a los seres débiles de la pirámide, sin verse afectados por el celo que desprenden los Omegas en su etapa fértil. A diferencia de los Alfas, quienes pierden el control sin medir las consecuencias de sus actos ante el aroma de un Omega sin reclamar. No obstante, los Betas pueden unirse a otro miembro perteneciente a la misma rama jerárquica u Omega, siempre y cuando no haya sido marcado por un Alfa.

Los Betas son considerados: "La mano derecha del Alfa", ocupando puestos de renombre por el mayor control de su instinto animal en comparación a los líderes dominantes (Alfas). Pueden compartir vínculos de hermandad con Omegas, entablando una estrecha amistad, a pesar de las fuertes feromonas que desprenden los mismos, como método natural para atraer a un prospecto de Alfa al cumplir la mayoría de edad.

Los Omegas dan inicio a su etapa fértil a la edad de trece a quince años, donde presentan la fase del celo. Para los Omegas, la condición que sufren en su desarrollo o época de estro los hace receptivos sexualmente, pierden la capacidad de razonar, necesitando de un Alfa para que calme sus deseos primitivos durante el período de calor.

El celo varía en cada Omega, su duración depende de la genética familiar, teniendo un aproximado de 3 a 7 días de estro. Sin embargo, los padres de los Omegas encierran a los mismos en habitaciones adecuadas para suprimir el olor de feromonas y evitar que los Alfas perciban la esencia del celo e intenten ingresar a la propiedad, tomando a sus hijos antes de la edad requerida para el apareamiento. Por ello, el régimen de la sociedad se vio en la obligación de utilizar el método de pastillas supresoras, para mermar el estro en cada período que se dé en el Omega, luego de la edad de desarrollo.

En cada familia los padres de los Omegas jamás permitirán que sus hijos sean tomados antes de cumplir la mayoría de edad, y ceder a que el Alfa se empareje con el Omega como norma estipulada por la jerarquía e integridad del clan. Se lleva un compromiso de mutuo acuerdo, una vez el Alfa y el Omega demuestren el interés de unir sus vidas, estableciendo inmediatamente los lazos para la continuidad del linaje.

La unión de un Alfa y un Omega en época de celo es el ciclo de apareamiento para asegurar la procreación de descendencia. El Alfa deberá cuidar del Omega en estado de estro, satisfaciendo sus deseos carnales durante los días que el mismo permanezca en dicha condición. El Omega lubricará con facilidad, haciendo la labor del Alfa viable para la actividad sexual. Una vez la pareja alcance el coito, el Alfa se anudará al Omega por un lapso considerable, permaneciendo unidos en el momento cumbre del clímax y la erección del Alfa disminuya, logrando fecundar con éxito a su compañero y con ello la dulce espera del bebé.

Una simple atracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora