21- Estoy triste

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Cuando Niall llegó al estadio vio a Chloe corriendo pegada a la pared. La siguió dentro y llegó a verla cuando intentó tomar a Nelly antes de que cayera. Sin embargo, la tela de su remera favorita le patinó entre los dedos y su bebita cayó.
El hombre se quedó paralizado. Completamente mudo y petrificado al verla desaparecer. Chloe bajó del escenario y corrió hacia la chica. Tomó el rostro bañado en llanto entre sus frías y húmedas manos y lo acarició, alejando la sangre.
-Nelly.-musitó y la chica le tomó la mano.
-Empezaron a pelear. Él la golpeó. Todo era una locura. Ella cayó encima tuyo y te golpeaste contra la mesa demasiado fuerte. No había sangre pero él gritó que estabas muerta.-dijo la chica llorando.
-Nelly, no lo digas.-suplicó.-Tenemos que llamar a una ambulancia.
- No.-dijo ella y Niall la escuchó como si acabaran de dispararle.- Estoy bien así.
-Estás perdiendo mucha sangre.
-Así moría mi personaje favorito.
-Esto no es un cuento.-susurró casi con súplica.
- No. Es una historia y creo que yo sólo soy un personaje secundario.
Chloe comenzó a llorar bajito a la vez que le barría las lágrimas en silencio y buscaba las palabras que sabía que no servirían de nada.

Cuando Harry llegó con Ryan y Zayn al hospital, Chloe estaba acostada en uno de los sofás de la habitación de Nelly. Tapada y acurrucada contra James, dejaba que él le contara un cuento mientras intentaba no mirar a la chica que permanecía tendida, dormida, condenada a no abrir los ojos.
-¿Hija?-preguntó Harry, arrodillándose frente a ella.
-Vamos, James.-dijo Ryan, tomándolo en brazos.-Voy a comprarte unos caramelos.
-Si. También para Nelly.-dijo y entonces bajó la voz.-Es una dormilona.
Harry sentó a su hija sobre sus piernas y la rodeó con ambos brazos mientras Zayn miraba a Nelly y rozaba su mano con cuidado.
-Chloe, hija, decime algo.-suplicó pero ella se limitó a recostarse contra su pecho.-Mi amor...
- No habló desde que Nelly cerró los ojos.-dijo Niall, entrando en la habitación.-Los doctores están preocupados. Dicen que ya debería haber respondido. Mandaron a hacer unas placas.-los ojos se le llenaron de lágrimas.
Entonces Zayn se fijó en que esos ojos no eran los mismos que antes. Había arrugas, marcas del paso de los años, de la vida. El juego se había terminado hacía demasiado tiempo. Conmovido por sus propios pensamientos, lo abrazó con fuerza, dejándolo llorar sobre su hombro.
Harry alzó a su hija y salió al pasillo antes de mirar en todas direcciones y apresurarse a la salida. Chloe respiraba con dificultad y se aferraba a él con fuerza a la vez que lloraba bajito.
-Todo va a estar bien.-dijo Zayn.
- No. Ya nos dijeron lo que va a pasar. No va a despertarse. Va a quedarse tendida ahí hasta que su corazón se detenga por completo.
-Niall...
-Su cerebro está muerto. No va a despertar. Sólo estaríamos alargando el sufrimiento de todos.
-¿Qué estás diciendo?-se escandalizó.
-Tenemos que desconectarla.
Sin embargo nadie lo hizo. Claro que no. Niall intentaba convencerse de una mentira vil. No podía desconectar a su hija. No podía renunciar a ella cuando su corazón aún latía. No podía darla por muerta cuando aún había forma de mantenerle el pulso. Pasó una larga semana, luego dos y tres. La vida de la pequeña familia rondaba en torno a esa camilla habitada por su pequeña estrellita de YouTube.
-Tenemos que hacerlo.-dijo el médico.
- No. Ella tiene que...
-Lo entiendo.-dijo el hombre, poniendo la mano en el hombro del padre que tenía delante.- Sólo considerelo. Mire a su esposa y a su hijo y piense si quiere que sigan sufriendo por algo que no va a cambiar.
James corrió hacia su padre con lágrimas en los ojos y trepó en sus brazos.
-Papi, soñé que se me caían todos los dientes...-contó para proseguir con un ratón Pérez asesino.

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