| • Imperio de oscuridad • |

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* * *

Potente, calmado y poderoso.

Ataque.

Una explosión resonó a lo largo del imponente palacio.

Nadie se exhalto... Era normal, el heredero de todo aquello no se contenía en sus entrenamientos.

Pobre de aquellos que se pongan en su camino.

Ataque.

Una rafaga oscura salio de su espada, destruyendo todo a su paso.

Frío, calculador y oscuro.

Su control sobre la oscuridad era impecable.


Unos pasos se escucharon. Dando paso a un hombre bien parecido.

— Príncipe Raiwen, su majestad el Emperador lo manda a llamar.

Hablo con recato acomodando sus lentes.

— Que molestia...

Bufando, se dio la vuelta y empezo su camino hacía el Emperador.

Y claramente se tomo su dulce y largo tiempo para llegar.


• • •


Unos cuarentena minutos mas tarde...

El Príncipe entro a la oficina del Emperador, mientras mordía una manzana lo mas tranquilo de la vida.

Cosa que al hombre mayor que estaba sentado detras de un largo y fino escritorio le molesto.

Le molesto de sobremanera...

— ¿Acaso estabas al otro lado del imperio, querido Príncipe?

Inquirió con veneno en su voz.
Su tono destilaba ganas de ver sangre.

Si las finas paredes del palacio pudieran hablar...

Ignorando olímpicamente su pregunta.

— Habla, para que me llamaste. Sabes que odio que me interrumpan mientras entreno.. Tío

Con altaneria pura respondio, mientras una cínica sonrisa el menor mostro.

— ¡Cuida tu palabras Raiwen!, ¿Acaso te olvidas que soy el Emperador?

Dando un golpe sobre la mesa, cosa que el objeto no soporto y se partio en pedazos, el Emperador se puso de pie, decidido a cortarle la cabeza al Príncipe.

Sin rastros de miedo, le devolvió la mirada llena de sed de sangre.

— ¿Acaso olvidas quien es el verdadero heredero Reian?

• • •

Corre y vive hijo mio...

Un fuerte zumbido se instalo en el.

El olor a sangre lo tenía impregnado en las fosas nasales...
Asqueroso...

Trato de moverse, pero el dolor era insoportable.

Los gritos de agonía de su pueblo el podía oir.

La oscuridad se comio todo a su paso.

Movió un poco su mano derecha.
Queria despertar.

Se sentia patético...

Las imagenes de los cuerpos mutilados pasaban rápidamente por su mente.

Las nauseas volvieron.

Uno...
Trato de abrir los ojos.

El ritual salio mal.
Su poder no fue compatible del todo.

Dos...
Su boca se movio ligeramente.

El imperio entero pago su debilidad.
La ambición de muchos los llevo a la maldad.

Tres...
Unos orbes jade vieron la luz nuevamente.

— Oh, despertaste...

Sus oidos captaron una voz a su lado, débilmente la siguio con la vista.

Una enfermera...

¿Por que estaba vivo?

La emperatriz lo había salvado.
Su Madre se sacrifico por el.

— Lord Hokage, el joven recien despierta. Llamare al Doctor para que lo revise.

Escucho nuevamente a la mujer.
No le hizo caso.

Su vista estaba perdida en la ventana que mostraba un cielo tan hermoso.

¿Desde cuando apreciaba el cielo?

Estar apunto de morir si lo afecto.

— Dime muchacho... ¿Como te llamas?

Su mirada se volteo pocamente examinando al viejo con vestido que tenía al frente.

No parecía amenaza...

Pero el tampoco era una.
El cazador termino convirtiendose en presa.

Se sentia débil...

— Rai...
Su grangata dolio.
Otra vez lo intento.

— Raiwen Haruno...

Una amplia sonrisa el viejo le brindo.

— Oh, encantado. Mi nombre es Hiruzen Sarutobi y soy el Hokage de esta aldea.

Hokage.

Aldea.

Bufo por sus adentros. Asi que su madre lo mando al otro continente para protegerlo.

Que molestia...

* * *

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⏰ Last updated: Aug 18, 2021 ⏰

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El Arma Perfecta.Where stories live. Discover now