Abro sus piernas, y reparto besos suaves y lentos en sus muslos blanquecinos y puros. Chupo, y le dejo líneas de mi bilis por toda su piel. Quisiera escribir uno y mil poemas en su piel tersa y lechosa, escribir un mapa de nuestra felicidad, redactar nuestra historia empezando con hoy y seguir agregando más cada noche que nos unamos.

Mis labios serán la tinta y el cuerpo níveo de Sehun, nuestra libreta.

-Te amo, mi niño –le digo, pero creo que es imposible que logre escucharme.

Estoy yendo lento, pero este momento es memorable y único. Debe serlo. Y yo me encargare de ello.

Me hinco y admiro la obra de arte que esta frente a mí. Sehun está lleno de mi tinta. Me gustan esos pinchazos rojizos en su piel blanquita, me gusta como brilla por mi bilis mezclada con el sudor de la excitación.

Sehun aún tiene sus ojos cerrados, me inclino hasta besar su nariz.

-Amor, abre tus bellos ojitos –le ordeno suave y él de inmediato me obedece.

Quito mi vista de sus melosos ojos, para ver sus manos aferradas a la sabana y entonces muevo las mías para tomar las suyas y así, poderlas entrelazar. Atraigo una hasta mi boca y deposito un beso en ella y luego en la otra.

-Te amo demasiado, Sehun. Eres la luz en mi oscuridad –declaro. Sus mejillas están tan rojizas que parece que Sehun tiene una tremenda fiebre.

-L-Lu... h-hyun, Sehun t-te ama mucho –confiesa y yo sonrió.

Asiento y le digo:

-Lo sé. Es por eso, que esta noche te hare tu más grande regalo y tú me darás el mío –el siente. Esta dispuesto a todo. Este ciegamente entregado a mí, y eso, me encanta.

Abandono sus manos, me vuelvo para atrás. Tomo el lubricante que esta sobre la cama, vuelco un poco en mi mano y lo revuelvo en esta para después con cuidado, hundir un dedo en su tierna e inocente y rosada entrada. Sehun gime dolorosamente, su cuerpo se arquea por todas esas corrientes de dolor que le están invadiendo en este momento, y yo me preocupo, esto será más difícil para mí que para él.

-¿Bebé, te duele mucho? –pregunto algo estúpido para la ocasión.

-D-Duele –logra decir en un musito.

-Parare ahora ¿Está bien? –no puedo ir mas allá. No puedo soportar verle de este modo.

Estoy a punto de dejar de invadir el interior de mi hombrecito, pero Sehun me detiene.

-N-No... -pide-. Y-Yo... q-quiero... e-ese bebé. Quiero ser tuyo Lu hyung –Dios mío, si supiera que ya lo es.

-Sehun no puedo lastimarte. Esto te está doliendo –quiero convencer.

-Y-Yo quiero ser grande. Quiero ser como mamá – y como siempre, nunca puedo luchar contra los deseos de mi niño. Mientras yo viva, tratare de cumplirle hasta el más imposible de sus deseos.

-Como tu desees amor –y antes de ingresar otro dedo en él, me inclino y tomo sus labios con los míos.

Mis dedos son intrusos en su virginal interior. Sehun se retuerce como la deidad que es y yo solo puedo deleitarme con esta preciosa imagen. Sus lágrimas brillan con la luz de la noche, se dejan cautivar por esta y por mí.

Tomo sus manos con las mías, necesito estar unido a él de todas las formas posibles. Alineo mi miembro a su virginal interior, beso sus labios y los mantengo ocupados mientras lo invado lentamente. Sehun muerde mi labio inferior por auto reflejo en dolor y yo gimo.

Me quedo intacto dentro de él, esperando a que pueda acostumbrarse al tamaño que le invade. Su respiración es tan pausada y agitada que suenan como lentos suspiros. Una vez que su rostro no grita dolor, me muevo, adelante y luego atrás. Las embestidas las estoy dando lentas, delicadas. A cada minuto que pasa, aumento la velocidad, hasta que ya puedo escuchar los dulces gemidos de mi niño salir con libertad.

Sueños inocentes [HanHun] [Dos Capitulos + epilogo]Where stories live. Discover now