Ep 6: Un cervatillo recien nacido.

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Amanna PoV

Con un paso extremadamente lento comencé a seguir a aquel chico, que estaba segura de que aunque el no tenia malas intenciones, yo acabaría saliendo mal parada. 

No se, llamenlo instinto. 

Observe la amplia espalda de Jonas. El chico era alto, mas de 1'80 seguro. Los músculos de su espalda se mostraban a través de la blanca camisa de lo que parecía el uniforme del internado. Su cabello castaño claro con pequeños reflejos rubios se encontraba totalmente desordenado, al igual que el resto de la ropa. Pareciera que acabase de llegar de darse un revolcón en cualquier esquina. 

Aguante la risa ante tal pensamiento estúpido, y no pude evitar gemir al sentir una punzada en la cadera. 

Jonas freno en seco e inmediatamente se giro hacia mi. Sus ojos grises me miraron con preocupación. 

-¿Te encuentras bien? - dijo preocupado mirando hacia la herida. 

Mordí mi lengua con mis colmillos y apreté con fuerza, gesto que hacia cuando estaba pensando en algo. 

- Si, descuida. -asentí - Pero me temo que a la velocidad que puedo caminar tardaremos bastante en llegar a esos caballos. -dije con pena. No me gustaba saber que estaba causando problemas a extraños desde tan pronto. 

Y seguía sin entrarme en la cabeza que en pleno siglo XXI aun se usaran caballos como medio de transporte. Eso era algo que me había dejado completamente loca. ¿Porque presentía que no iba a ser lo único extraño de este lugar? 

Maldito sexto sentido femenino...

- Tienes razón. - susurró mientras miraba hacia los ventanales por donde cada vez entraba menos luz. - Se nos hace tarde... 

Jonas chasqueo la lengua e hizo una mueca mientras sus ojos se movían nerviosos. No entendí porque pero podía ver en su mirada como si tuviera una batalla interna por algo. ¿Pero por que?¿Que me estaba ocultando? 

- Lo siento pero te va a tocar ir en mis brazos, Princesa. - dijo con una sonrisa ladeada de esas que derritirian a cualquier mujer. 

Playboy detected, Señoras. 

Maldito mojabragas. 

Yo solo asentí con la cabeza, y dos segundos después el ya estaba cargándome al estilo nupcial. 

No fue hasta ese momento en el que note las diferencias de temperaturas. El aire helado del corredor contrastaba perfectamente con el intenso calor corporal que Jonas emitía , y que, sinceramente, provocaba abrazarlo y no soltarlo. 

Sacudí ligeramente mi cabeza y me centre en observar a nuestro alrededor, ya que esta era la primera vez que ciertamente estaba en el internado , conscientemente claro. 

- Esto es el área Lupus. -hablo Jonas dándome una mirada rápida. - Aquí se encuentran la enfermería, las zonas recreativas, desde la piscina, pasando por la biblioteca y hasta un pequeño cine. Y pueden usarlas todos, tanto alumnos como la gente del pueblo. 

Deje de contemplar los pisos de mármol y las paredes de piedra para mirar a Jonas directamente a los ojos. 

- ¿ Pueblo? - pregunte casi con temor.

Jonas asintió con la cabeza, y sonrió.

-¿Que te puedo decir? Somos un internado muy grande y autosuficiente - dijo poniendo de nuevo esa sonrisa socarrona. 

Sonreí también y volví a prestar atención a nuestro alrededor. Ya habíamos bajado como dos plantas, y pasado por varios corredores, todos del mismo estilo. Altos techos de piedra con hermosas lamparas de araña colgantes, paredes de piedra y suelos de mármol con pesadas puertas de madera y ventanales hermosos y amplios, incluso algunos formaban bonitas imágenes de colores. 

SucesiónWhere stories live. Discover now