Capítulo 19 ☪ "Abrazos que curan"

3.1K 221 40
                                    

ÁMBAR SMITH

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ÁMBAR SMITH

Llevaba una semana alejada de Matteo, y de Simón. Y aunque al principio intentaba excusar mis delirios ahora puedo afirmar que la amistad que construimos con Nina poco a poco se iba desgastando. Al parecer todo volvía derrumbarse sin importar el esfuerzo que había puesto para reconstruir cada pieza rota de mi vida.
Volvía a sentirme sola en mi inmenso reino donde nadie detenía el paso para preguntarme: ¿Cómo estás? No era tan difícil. Sólo un segundo. Dos palabras. Mostrar un gesto de bondad puede ser recompensado. Como dar tanta maldad puede regresarte multiplicado por mil. Y de eso yo sabía. Porque si existía la justicia divina ahora me estaba sentenciando a vivir condenada en la soledad.

Cuando mejor me iba, cuando podía pensar que tal vez vivir feliz con gente que me quería no era una idea tan descabellada, ahí regresaba él atormentandome con sus encantos.

No había noche ni día en el que no pensara y me odiara por no olvidar el sabor de sus labios. Quería probarlos aunque me fuera al infierno si lo hiciera. Matteo se había convertido en mi perdición favorita; por eso debía de apartarme de su lado. No más ensayos, no más prácticas. Me di cuenta que solamente eran excusas para no romper ese lazo que nos mantenía atados al otro, pero ya era tiempo de cortarlo.

Si es que encontraba las fuerzas suficientes para levantarme ahora que me había acostumbrado a encontrar apoyo en una mano que ya no estaba extendida para mí.

Cada vez que lo veía pasar él sólo esquivaba mi mirada como si le quemaran los ojos el verme, y probablemente eso pasaba. Sus ojos al cruzarse con los míos automáticamente enrojecían y mi corazón se detenía cuando tensaba su mandíbula. Era el llanto que reprimía.

¿Qué si me dolía? Claro que me dolía su desprecio, pero lo que más me dolía era saber que estaba sufriendo por mi culpa. Que no estaba enojado, sino dolido.

Simón sólo se había portado de lo más lindo conmigo y yo le pague traicionando su confianza y rompiendo su corazón por segunda vez. ¿Tenía perdón lo que hice? Porque necesitaba escucharlo decir que me disculpaba sino moriría.

Miraba a las tres chicas paradas en frente de mí conversando como si el mundo pasase a su alrededor y ellas sólo lo tomarán como el viento que corrió con más fuerza esa tarde a puertas de la primavera.

Acá, mirándolas charlar me pregunto si verdaderamente me notarán o solo soy un alma en pena que cierta vez brillo y ahora sólo servía para pararse a su lado y aumentar su brillo propio.

—¿Todo bien, Ámbar? —pregunta de repente Nina.

Quiero gritarle que no, que me estoy muriendo y nadie me ve caer. Quiero gritarle que me ayude, que necesito su ayuda. Quiero hacer tantas cosas pero me retengo. Veo en sus ojos lo que veía en Delfi y Jazmín. Ya no hay rastro de la Nina que creía conocer.

➸ ¿Todavía Te Amo? {Mambar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora