➸ ¿Todavía Te Amo? {Mambar}

Capítulo 14 ☪ "Un nuevo amor"

ÁMBAR SMITH 

Nunca pensé que el aceptar volver a ser la pareja de patinaje de Matteo me trajera tantos contratiempos. Ya habían pasado exactamente tres días, sí, solamente tres días de arduos ensayos, continuos y sin descanso.

Tal vez era culpa de la obsesión de ambos porque saliese todo perfecto. Auméntenle encima la presión de los demás por el regreso de los "reyes de la pista".

Revoleo los ojos ante la expresión.

El rumor se había esparcido y conocía a la culpable pelirroja que subía todo a su canal de chismes, entre otras cosas.

Era tan abrumador como incentivador para nosotros. Pensábamos y compartíamos expectativas muy grandes. Cada día que transcurría en el calendario era una nueva oportunidad para mejorar algún paso o agregar otro más complicado que nos sumara puntos de riesgo. En nuestros planes no ingresaba el título de segundo lugar. Bastante había tenido que soportar la competencia pasada siendo la suplente de Lunita; como si todo mi talento hubiese sido reducido a una chiquita que recién aprendía a mantenerse sobre patines sin caer al suelo.

Ahora debía concentrarme. Mejorar la técnica y dejar que la mejor ganara.

Aunque dudase que tuvieran una oportunidad de ganar. Ya que ella y su pareja, Simón, no habían tenido ni una sola práctica por lo que he podido ver. Al parecer estaban peleados, según los rumores de Jazmín, lo cual me sorprendía mucho, pero bueno eso de algún modo me beneficiaba a mí. Así que no tenía de que preocuparme.

—Ámbar. —escuché que me llamaron por los pasillos y al voltear me encontré a Matteo trotando hacia mí, sonreí como saludo— ¿Hoy en la tarde ensayamos? Digo, si te parece.

—Por mi está bien. —respondí encogiéndome de hombros— Voy a la mansión, me cambió y nos encontramos en el Roller.

—Está bien. Entonces nos vemos allá.

Se intentó despedir pero no supo cómo, ninguno supo, generando un incómodo momento en el que no sabíamos si abrazarnos después de habernos despedidos durante tanto tiempo con un beso.

Cuando encontramos la manera. Él se acercó y deposito un fugaz beso en mi mejilla, enviando escalofríos por mi cuerpo que creía ya no sentir.

Y así se fue, sin saber cómo alborotaba mi mundo.

Comprobé así que me seguía poniendo los pelos de punta el sólo contacto con él. Sentir sus labios rozar mi piel me aceleraba el corazón, pero no podía seguir permitiéndome tener estos sentimientos, tenía que hacer algo para al menos no hacerlos tan evidentes adelante suyo. Aunque se me dificultara por los constantes ensayos y por obviedad la cercanía.
Era un riesgo estar tan cerca y controlar los impulsos que me dominaban. No sé qué pasaría si se diera cuenta de lo que seguía causando en mí.