El Diablo es Malo, Pero no Feo (ADAPTADA)

Capítulo 3

_____ intranquila se levantó.

Narra _____

Este chico me da miedo, no tanto puesto que no le creo mucho pero, cuando desapareció frente a mis ojos, le creí. Me dio pavor, sigo temblando, ahora estoy pidiendo una pizza.

-Pizza domino-dijo un operador con esa voz de aburrido típico.

-Ho... hola-seguía temblando y me relajé- quiero una pizza familiar por favor- tenía bastante hambre- De peperoni, y extra queso, salami y aceitunas por favor.

-Okay- dijo el operador- Le llegará en- hubo una pausa- Más o menos 45 minutos.

-De acuerdo, gracias- dije.

Tocaron el timbre, seguramente era el vencino que venía a dejar a su perro, siempre a esta hora me lo trae para salir el a trotar, y así me gano unos euros más. Abrí y vi al ¿encargado de la pizza? Pero pasó menos de un minuto... no lograba verle la cara por que se la cubría con el gorro.

-Disculpe, pero acabo de pedirla, quizás es para la vecina- dije confusa.

-No señorita _____, es para usted- dijo con un tono irónico.

Miré al techo pidiendo que fuese una pesadilla.

-¿Otra vez tú? -dije- ¿Qué quieres? Dímelo para que te vayas, ¿Sexo? ¿Eso quieres? Te lo doy - y comencé a sacarme la camisa, tampoco era imposible resistirse si deseaba eso, un hombre extremadamente guapo, musculoso y de cuerpo voluptoso.

-¿Qué? ¿Sexo? ¡Oh! Preciosa como me gustaría, pero no puedo. Además, tú con ese cuerpo dejas encendido a cualquiera, menos a mí- dijo el diablo- ¿Me vas a invitar no?

-¿Qué? ¡No! ¿Cómo se te ocurre?-dije alarmada.

-¿Entonces por qué hay mesa para dos?-dijo mirando hacia dentro.

Volteé a ver y había una perfecta mesa puesta para dos. Me giré a verle y ya no estaba, mejor. Cerré la puerta y volteé a la mesa ¿Pero y mi pizza?

-¡Dios mío!- dije al ver al diablo sin camisa y con esos pantalones. En su hombro tenía un tatuaje negro con un poco de rojo con forma de dragón. Tanta belleza junta era mucho, y ese tatuaje tan sexy mataba.

-¡No vuelvas a nombrarlo en mi presencia!- dijo furioso, con los ojos rojos y su tatuaje cambiando de color a rojo entero. Eso me dio mucho miedo.

-De... acuerdo-dije, él se sentó en la mesa.

-Ven a sentarte conmigo-dijo pero yo no quería ir a sentarme.

-¡Oh! ¡No! No me voy a sentar con el diablo- dije atemorizada- Ni lo sueñes.

- ¿Quieres sentarte por las buenas o por las muy malas?-dijo a la vez que su piel se tornaba a rojiza - Está bien, ¿por las malas?-dijo al ver que yo no me inmutaba de la impresión, verlo enojado con su musculoso cuerpo tenso era excitante- De acuerdo-dijo más relajado.

Se levantó de su silla y se acercó a mí furioso al parecer. Yo me alejé, pero choqué con la pared... cerré mis ojos, al sentir su aliento hirviendo contra mi cara, me tocó y me QUEMÓ.

-¿Estás segura que quieres por las malas?- dijo mientras su aliento volvía a chocar contra mi cara- De acuerdo- me tomó del brazo y me empezó a arder, me salía sangre, intenté zafarme de su agarré pero consiguió arrastrarme hacia la mesa.

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El Lunes maratón, Os quiero ;) ¿Que pasará?

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-lydia