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Una semana.





Una maldita semana.





No puede ser esto posible.





¿Como es que pasó el tiempo tan rápido?







Me dará algo, lo juro.





Yo y mi dramatismo.







Estaba en cama, vista al techo viendo mi vida pasar, literalmente. Luego de aquel 'incidente' nadie comentó nada, ya ha pasado un mes desde entonces.







'He vivido al estilo de una princesa en una torre esperando a que alguien, no necesariamente un príncipe venga a rescatarme.'







Sip. Eso estaba haciendo el último mes, agradeció tener un baño propio porque sino, pobre de mi. Luhan es la única persona que se apiadado de mi alma, me trae comida, mucha comida y algunas cosas para leer y sobre todo me.mantiene al tanto del.mundo exterior. Sehun, MinHo y ChanYeol han estado dedicandome la ley del hielo.






Si, aquellos eran mis amigos, tan maduros ellos.








En fin, sigamos.








Por vez veinticinco, dadas las quince horas yo, Park Seúl, estaba viendo mi techo era algo que ya estaba acostumbrada, a las dieciséis horas venía Luhan a hacerme compañía, charlar un rato y luego se iba a soportar a su novio. Sehun estaba algo más especial, en realidad estaba algo molesto esa era la causa del porque LuHan no permanecía mucho tiempo conmigo, muy aparte que no quería que SeHun se enojara también con él. La parte buena de todo esto es que dentro una semana sería libre como el viento.








Y no, no gracias al príncipe de los cuentos de hadas, eso no. Era mas bien porque vamos estamos en pleno siglo XXI no toda la vida me haré la indefensa, ya era hora de romperle su sueños a los chicos sobre tener el control de mi vida, y bastante les había hecho jugar, ahora tenía que salir de aquí antes que sigan y de verdad se lo crean y nunca más salga de esta habitación.








— Sam. — Se escucho tres toques a la puerta y luego está dejó ver a ChanYeol en el marco, apoyado —



— ¿Que hay? — Murmure viendo al gran chico frente a mis ojos, aún no estaba preparada para hablar seriamente—






— ¿Podemos hablar? — pregunto algo nervioso mientras mordia sus labios, si seguía así era probable que se hiciera daño —







Reí y no porque estaba nervioso, sino porque, yo también lo estaba, simplemente pude asentir. ChanYeol ingreso y cerró la puerta tras de él. Tomó asiento casi al borde de la cama, yo sólo tome asiento en esta esperando a que hablara.







Momento de silencio.






ChanYeol soltó un largo suspiro y se acercó más a mi, tomó mis manos en las suyas y me sonrío, fue una sonrisa sincera pero no se le notaba feliz. — Falta una semana para el inicio de clases. — Murmuro — Necesito... — Relamio sus labios — Necesito saber si aún debo permanecer a tu lado. — Murmuró bajando la mirada y solamente observando mis manos y luego pasando la vista a las suyas —






¿puedo decir una grosería?





Al diablo pedir permiso.





Mierda.





Ven tierra, ven por mi y tragame.







Había permanecido en mi lugar, no sabía si moverme de todos modos estaba en una disyuntiva en estos momentos, y demás está decir  que decir sobre aquel silencio incómodo que había hecho presencia, gobernado el lugar, en estos precisos momentos miraba mis manos y es que, parecía lo más entretenido del mundo, y lo digo en serio.






ChanYeol dio un ligero apretón en mis manos y yo sólo quería hacerme loca, aunque sea por un momento porque en mi mente sólo planeaba huir cobardemente, sólo pensaba en las posibilidades de huir sin salir lastimada cuando debía de pensar en una respuesta.






¡Rayos!




Piensa Sam, piensa.

Me dediqué a ver el rostro de ChanYeol por varios segundos, su rostro mostraba tristeza, miedo.




— Yo... — Murmuro bajo — Chan... ahh — Aprieto los dientes callando un momento —  Uhm... puedes darme dos días más, ¿Por favor?






ChanYeol pareció soltar todo el suspiro que había estado reteniendo y sólo asintio cabizbajo, se colocó en pie y me beso la cien. Hecho esto sólo salió de la habitación en completo silencio, sin decir absolutamente nada.





Fui algo empatica, porque pude sentir el dolor que llevaba consigo mismo, y dolía... dolía terriblemente.







***








— Sam. — Luhan había entrado a la habitación luego de que yo llevase horas y horas encerrada, se acercó a la cama y tomó asiento en el borde de la cama, lo sé porque sentí el espacio que se hundía—.





— Ahora no Lu, vuelve al rato. — Me había cubierto por completo con el.cobertor— No quiero hablar.





Luhan se acercó mas y comenzó a acariciarme la espalda, si no supiera que es gay ya me hubiese asustado, sin embargo estaba informada sobre su orientación sexual así que, estaba bien.





— Él se acaba de ir. — Murmuro luego de un momento de silencio — Ya puedes salir.




— Me quedaré un poco más. —Mi voz sonaba quebrada —





— Tienes que comer.



— Déjalo pasar por hoy. Por favor. — Si seguía hablando estaba segura que lloraria—



— Está bien... pero debes de salir... por lo menos a dar señales de vida.






Me destape un poco y asenti viéndole. Luhan sonrío y se levantó rumbo a la puerta.






— ¿Luhan? — Llame antes que saliera de la habitación por completo —.






— ¿Si? — Se giró antes de tomar el pomo de la puerta, viéndome con algo de curiosidad en sus ojos —






— Ve alistando mi mudanza, en una semana regreso a mi departamento.




Se quedó callado, y sólo me sonrío. — Iré preparando todo. — Murmuro y salió de la habitación —.





— Gracias. — murmure prácticamente a la nada, Luhan había salido y yo seguía viendo la puerta. —




No hay nada por el cual arrepentirse.
Me dije en el foro interno.
Todo estará bien.


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SeKai-L

Es todo por hoy, espero les guste.

El Chico de Negro  »KyungSoo«  |EXO| ©Where stories live. Discover now