Muerte Silenciosa

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Ese día, Ray comenzaba a trabajar en su nuevo empleo. Bastante trabajo le había costado entrar como velador.
Así es. El era el velador de aquella gran casa. Solo había que evitar a los saqueadores y eso era todo.

Como primer día. Ray entró a la gran casa con una lámpara en la mano. Se sorprendió al ver lo grande y vieja que era por dentro, además de que el polvo estaba presente en casi todo el lugar, pero Ray no le dio mucha importancia a ese asunto.

Trató de encender las luces, pero estas no servían. Al parecer la falta de luz eléctrica era el problema más grande de la casa.

-Maldición.- Pensó Ray para si mismo, mientras caminaban por los pasillos de aquel viejo lugar.

Ray era un hombre que no creía en cosas paranormales, hasta ese día, en que todo sucedió.

Siguió avanzando y se encontró con una gran escalera de madera. Sobre la pared había varios cuadros de personas que alguna vez habitaron esta casa.
Ray alumbró con su lámpara cada uno de los cuadros, para mirarlos mejor. Las expresiones faciales de esas personas lo inquietaban, como si le estuvieran observando.

Ray subió por las escaleras hasta llegar a la segunda planta. Ahí solo había puertas a lo largo de un pasillo.

Cuando Ray pasó la luz de la lámpara por una de las puertas, esta se cerró de inmediato. Al parecer había algo o alguien ahí dentro.

Ray sintió que su trabajo había empezado.

Sacó su arma y se dirigió hasta aquel cuarto.
Al principio la perilla no cedía. Hasta que el golpeó violentamente la puerta y esta se abrió

Alumbró el interior del cuarto, y solo encontró cosas mundanas como una cama, una mesa, y un espejo sobre esta.

Cuando miró hacia la ventana, vio algo tan perturbador que seria difícil describirlo. Pero Ray quedó mudo del miedo que sintió al ver eso.




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El turno de Ray había acabado desde hace horas, y su jefe estaba preocupado porque el chico no se había reportado.

-Maldito novato.- Pensó el jefe.- Si esta ebrio lo voy a despedir sin darle nada.- Pensó el hombre.

Cuando llegó a la gran casa. Todo estaba en silencio. Pero se horrorizó al ver sangre en las paredes.

El hombre subió corriendo las escaleras y abrió aquel terrible cuarto solo para encontrar los restos desmembrados del pobre Ray.
Y escrito con sangre en las paredes:

"VENGO PRONTO"

Aquel hombre salió corriendo de la casa y llamó a la policía.

Después del peritaje, la policía declaro que aquel hombre había sido asaltado durante la noche. Pero lo más extraño es que ninguna cerradura había sido violada. Además de que en lugar no se encontraron huellas mas que las de Ray.

Todos los que conocieron ese fatídico caso, prefirieron callar. Tal vez porque sabían que es lo que escondía aquella enorme casa vieja y abandonada.
Lamentablemente nadie supo que fue lo que mató a Ray, y nadie lo sabrá.



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Bueno, pues este capitulo fue algo extra. Jejejeje yo invente esta pequeña historia. Me inspiré en que mi lugar de trabajo me daba miedo al principio, cuando llegue.
Y bueno, se me ocurrió hacer esto. No se si sea bueno o si les dio aunque sea poquito miedo jejejeje.

Tal vez haga otro capitulo extra, pero la novela como tal ya término :)

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