Capítulo 7

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El mes de Julio llegó y mi amor no ha dado signos de mejoría. No sé que mas hacer, me piden que la deje ir, pero no puedo. He dejado olvidado a mi hijo todo este tiempo qué pasó y mi madre me pidió que fuera a verlo que él me necesita. Y de tanta insistencia de Euge, decidí ir a verlo. Ella se quedo con Lali.

Cuando llego a la casa. Entró y estoy muy cansado. Escucho a mi hijo gritar de felicidad al verme.

— ¡PAPI!!!!! — Bruno corrió abrazarme — ¿y mi mami? — empezó a buscarla. — ¿mami donde está? — me miró con lágrimas.

— Hijo..... Mami todavía sigue dormida — lo cargué y lo abrazó fuertemente. — ella todavía no se despierta de su sueño.

— Dile que ya se despiértate...... Quiero a mi mami. — empezó a llorar.

Aprieto a mi hijo y yo también lloro. Él es tan chiquito. Necesita a su madre, al igual que yo necesito a mi esposa.

— Bruno....Mami volverá, ya veras. Solo tengamos paciencia.

Mi madre aparece y me mira con tristeza. 

— Bruno, mi amor ve a buscar el dibujo que hiciste. — dice mi madre.

— Shi abu — lo bajo y mi pequeño sale corriendo.

Mi mamá me abraza.

— ¿Cómo está Lali? — pregunta.

— Sigue igual, mamá — empiezo a llorar — no.... despierta......

— Hijo, ¿no crees que es tiempo de dejarla ir? — niego. — hijo, Lali está viva por esas máquinas. Tienes que dejarla ir.

— No puedo, no puedo. No me pidas que lo haga, porque no lo haré. — me separé de ella — Lali va a despertar, estoy seguro.

— Cuántas veces dices eso y no hay ningún cambio. Solo pasan los días, los meses, ella sigue igual. ?Qué no ves Juan? Te estás lastimando, no solo a ti, si no que también la estás lastimando a ella. — me dice enojada — Lali tiene derecho a descansar en paz y tu necedad a no dejarla ir la está lastimado. Ella solo es un cuerpo, nada más, ella no está más. Entiende, tienes que decirle adiós.

— ¡NO QUIERO DECIRLE ADIÓS, MAMÁ! — caí al suelo y rompí en llanto — no puedo decirle adiós a al amor de mi vida..... —  mi mamá se agachó y me Abrazó fuertemente. — no puedo......

— Sé que es muy difícil dejar ir al amor de tu vida. Pero piénsalo bien, Peter. Si la amas, la dejarás que descanse.

Escuchamos los pasos de Bruno. Nos levantamos rápidamente, me secó mis lágrimas e intento sonreír. 

— Mira Papi, aquí está tú y mami, conmigo. Estamos todos juntos como una familia. — su sonrisa me llena, es tan parecida a la de Lali. — cuando mami despierte se lo voy a mostrar.

— Sí mi pequeño, cuando mami despierte se lo vas a mostrar.— le dije con un nudo en la garganta.

Mi madre me mira y niega. Ella espera que le explique a mi hijo que su madre no puede volver nunca.

Pasó un rato con mi hijo y después me voy a dar un baño. Me veo en el espejo, tengo ojeras y barba. Estoy muy demacrado, pero como no estarlo, cuando la mujer de mi vida no está conmigo.

— Hijo, ve a dormir.

— No puedo. Quiero estar con Lali.

— Juan, dijiste que Eugenia estaba con ella, te aseguro que si pasa algo ella te va llamar. Tú tienes que descansar, comer algo.

Iba a negarme, pero mi madre no me dejó en paz. Hasta que comí algo y fui a dormir. No he vuelto a pisar mi casa porque me duele ver tantos recuerdos. Cierro mis ojos y poco a poco me quedo dormido.

 EL ADIÓS  ( Historia Corta) Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora